La gestión del agua en España

El problema del agua en España, más que de escasez, es de mala gestión. Al respecto, me parece evidente que más efectivo que el establecer cutas de racionamiento, sería fomentar un uso responsable del agua. Pero, dada la condición humana, veo difícil que arraiguen en la población las medidas de ahorro que se recomienden, si no se aumenta el precio de la misma. Por ello, veo más adecuado que se grave el consumo suntuario y el contaminante.   Con lo que no estoy de acuerdo es con que se aumente el precio del agua para usos agrícolas, o se restrinjan las disponibilidades de la misma para la agricultura, a pesar de que sea esta actividad la que consuma cerca del 80 % del las aguas disponibles. No tanto por no agravar más, la ya precaria situación del sector agrario, sino por que los cultivos agrícolas ejercen a través de la hojas, una función denominada transpiración mediante la cual devuelven a la atmósfera totalmente purificada hasta tres cuartas partes o más del agua de riego absorbida por las raíces. Son el gran filtro de las aguas superficiales. Eso además de que con la fotosíntesis restablecen los niveles de oxígeno en la atmósfera contrarrestando el efecto invernadero.   En cambio, lo que sí se debería hacer es subvencionar a los agricultores para que mejoren las conducciones y evitar pérdidas, así como sustituir los riegos por inundación que queden por otros sistemas como el goteo o la micro aspersión.