Los jóvenes en Colonia
A los colectivos que, sintiéndose Iglesia, son críticos con el Papa y con la Jornada mundial de la Juventud, y que a menudo justifican sus críticas apelando al Vaticano II, querría recordarles que este Concilio, en el punto 18 de la Constitución dogmática sobre la Iglesia, declaraba: "que Jesucristo puso en Pedro el principio visible y el perpetúo fundamento de la Unidad de la fe y de la Comunión. Esta doctrina de la institución, perpetuidad, fuerza y razón de ser del sagrado Primado del Romano Pontífice y de su magisterio infalible, este Santo Concilio la propone nuevamente como objeto firme de la fe a todos los fieles." Me parece que tal declaración justifica el antiguo aforismo latino de "ubi Petrus, ibi Ecclesia, ibi Deus". Donde está Pedro, allí está la Iglesia y allí también encontramos a Dios. Y los jóvenes, en el fondo de su corazón, buscan a Dios porque desean una felicidad auténtica y no los sucedáneos que les ofrece el materialismo hedonista de la sociedad el placer y del consumo. Quizá tengan poca formación y no conozcan el Vaticano II, pero intuyen que en el ejemplo y las palabras del Papa pueden encontrar a Cristo; a Alguien que de un sentido a sus vidas.
