Las ligeras de ropa

Para festejar el sonado triunfo del Barca sobre el R.Madrid, un grupo de aficionadas, con sus domingas al aire, festejaron el señalado evento, con una insinuante pancarta que decía:”Esta noche la fiesta continua..”.

Ni ética ni estéticamente su desinhibido gesto merece el aplauso generalizado. No existe relación alguna, entre un triunfo deportivo y una exhibición mamaria. Como tampoco la hay entre la reivindicación de unos derechos laborales y la muestra de unos culos al aire.

Si “el respetable”, en vez de silbar y reprobar, aplaude y jalea tales comportamientos y espectáculos, lo que esto indica, es que en esta sociedad permisiva y del todo vale, ya no hay público respetable pues confunde neciamente el culo con las témporas.

La alegría, el júbilo y cualquier celebración gozosa por el triunfo de unos colores, no deben estar reñidos con el respeto a uno mismo. De no ser así, no esperemos luego que los más frescos, ignaros y carentes de educación ciudadana, respeten a los demás:  A la colectividad, a la autoridad, a los padres, a los maestros, a las instituciones etc. Una cosa lleva a la otra, pues no hay causa sin efecto.

 

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