¡Qué mal te veo Navarra!

La semana que viene Navarra, después La Rioja (parte es alavesa, luego ya hay argumentos). Quizás lo de Cantabria lo dejen para más adelante; para la segunda legislatura. Por supuesto, lo de Treviño no admite discusión. Hasta ahí podríamos llegar.   Primero se vuelve a pasear un poco más al redentorista norirlandés, como gustan llamarle en lugar de británico, por Euskadi en compañía de los chicos de Batasuna-ETA. Ya se encargará él de proclamar las bondades de esta organización y de sus pacifistas miembros. Después se vende aquello del derecho a decidir de los pueblos. Una vez suficientemente aburridos y agotados se plantea lo de la consulta popular. ¿Y si la gente no quiere todo este lío? Pues se advierte que ETA ya hizo su parte con lo del alto el fuego y que todavía está ahí para lo que haga falta a los patriotas.   ¡Que mal te veo Navarra! ¡Cuánto vas a tener que soportar! No te van a decir que eres moneda de cambio. Eso suena mal. Es sucio. En todo caso dirán que vas a ser parte activa en la negociación democrática en pro de la paz. La palabra paz se demostrará que tiene múltiples utilizaciones.   Vas a ser retorcida y prostituida. Te van a decir que paz no es vivir pacíficamente en convivencia. Te querrán demostrar que paz es que otros impongan sus reglas bajo amenazas y extorsiones. Querrán que te unas a ellos por que así formarás parte de una nueva nación, estado o no sé qué. Incluso verás hasta que punto se retuerce y reescribe la historia de los pueblos.   Dirán que, aunque no te has dado cuenta, tu espíritu es absolutamente euskaldún desde los tiempos más remotos. Para que te vayas acostumbrando y la integración no sea traumática, te van a tutelar temporalmente con un organismo o comisión -ya sabes de comisariados políticos- paralelo al Gobierno Foral.   Poco te quedará de foralidad navarra como no espabiles en las próximas elecciones autonómicas y te descuides permitiendo formar gobiernos de coalición a los que tú sabes.