El matrimonio no es un simple papel
Para los que piensan que la diferencia entre casarse o cohabitar, es un simple papel, les recomiendo la lectura del libro de Hill Kirby, “Broken Hearts: Family Decline and the Consequences for Society”. Esta autora se basa en numerosos datos (de Gran Bretaña y resto de países europeos), para afirmar que la cohabitación es una condición transitoria. Uno de estos estudios prueba que a los 5 años del nacimiento del primer hijo, el 52 % de estas parejas se ha separado, mientras que sólo lo ha hecho el 8% de las casadas. Según un informe de la Fundación Joseph Rowntree, los niños de estas parejas tienen un bajo rendimiento académico, mayor propensión a comportamientos problemáticos y depresión, comienzan su vida sexual a una edad más temprana y caen con mayor facilidad en el consumo de tabaco, drogas y alcohol. La sra. Kirby aboga por un programa de reformas que restaure la estabilidad familiar, en el que se eduque a los niños sobre el valor del matrimonio y se revalorice la paternidad. Hasta el momento, el sistema fiscal que reconoce el valor del matrimonio, es el que tienen Francia y Alemania, combinando un sistema de ayudas familiares con la reducción de impuestos para declaraciones conjuntas.
