Cinco mil jóvenes españoles en Sydney
No hay ningún partido político español que consiga reunirlos en algún encuentro. En cambio esta cantidad de chicos y chicas han sido capaces de gastarse un pastón y recorrer muchos miles de kilómetros para ir a las antípodas, y no precisamente para disfrutar de las playas del Pacífico, sino para oír a un anciano de 81 años.
¿Qué les ha movido a ello? Quizás es que el exceso de bienestar y el tener satisfechos todos sus caprichos ya no llena su vacío interior. Quizás han descubierto que el poder hacer lo que les de la gana, y gozar de una autonomía absoluta no les hace sentirse más libres. Quizás buscan la felicidad y no la encuentran en los sucedáneos que la sociedad actual les ofrece, ni tampoco creen en las promesas de un mundo mejor con las que los políticos pretenden manipularles.