Las pancartas de San Fermín, enturbian el comienzo festivo

Las peñas de Pamplona han estampado un crucifijo en el que Jesucristo aparece con el brazo en alto saludando al estilo fascista.

Estamos confundiendo el derecho a la libertad de expresión, con las ofensas, insultos, calumnias y hacer mofa de todo lo divino y humano. Es lo que ha ocurrido con la pancarta que han presentado las peñas encargadas tradicionalmente de animar las fiestas de San Fermín. Pancartas que suelen representar todos los años con cierto tono socarrón, la imagen de la ciudad de Pamplona y de sus protagonistas más destacados. Sin embargo, este año la ironía ha dado paso al ultraje.

En una de las dieciséis pancartas presentadas al público, han estampado un crucifijo en el que Jesucristo aparece con el brazo en alto saludando al estilo fascista. Sorprende, cuando no escandaliza, que la Federación de Peñas guarde silencio al respecto, mientras su Presidenta justifica el trato que recibe el Arzobispo de Pamplona en seis de las pancartas presentadas.

A estos hechos, que son un acto de profanación, así como un agravio contra los sentimientos religiosos de los católicos, me gustaría que estos individuos que cometen tales canalladas, tuvieran la valentía de explicar por qué hacen esto. En que ennoblecen y perfeccionan al género humano, a la sociedad y a la ideología, a la que pertenecen.

Pero no, no lo harán, porque son unos cobardes que están ayudados por otros que les apoyan con medios y con tecnología al servicio del mal. Pobres criaturas, es una lástima que en su ignorancia o en su mala fe, estén desperdiciando un tesoro, que es de ellos también.

 

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