Han rematado a Montesquieu
Si a Montesquieu no lo hubiera matado Alfonso Guerra, el gobierno actual lo hubiera acabado de rematar.
Sobre la manifestación de guardias civiles de uniforme, Zapatero ha comentado que "las leyes están para cumplirlas" ¿Por qué entonces su gobierno permite que no se cumpla la ley de interrupción del embarazo?
El tercer supuesto, de peligro de enfermedad de la madre, se ha convertido en un coladero que permite que el aborto sea prácticamente libre, incluso con fetos de más de seis meses como ha demostrado la televisión danesa
¿Por qué las autoridades educativas no exigen que en todos los centros públicos se oferten clases de religión, como es preceptivo y puedan escogerla los que lo deseen? Y la lista de leyes que no se cumplen podría continuar.
Encima, el señor Ibarretxe, pretende que no todos seamos iguales ante la ley, puesto que considera que ha de tener un trato especial con los políticos. Si a Montesquieu no lo hubiera matado Alfonso Guerra, el gobierno actual lo hubiera acabado de rematar.
La separación de los tres poderes en nuestro país es pura filfa. Consecuencia: la judicialización de la política, la politización de la justicia y el que los ciudadanos dejemos de confiar en una y otra.
Con razón los obispos españoles en su reciente declaración sobre la situación de España decían: "es necesario respetar el recto funcionamiento de las instituciones, especialmente la autonomía del poder judicial y la libertad de los jueces". Pues eso.
