Las sombras de la economía de España

Cuando un enfermo empieza a sentir los primeros síntomas, lo habitual es tratarle antes que la enfermedad vaya a peor, siendo aun peor el mal. Tal máxima, lógica en sí misma, no se ha aplicado sin embargo a la economía española. Y es que pese a llevar tiempo dando señales solo ahora, con los últimos datos, se empiezan a cernir sombras sobre la economía del país. Y es que esos síntomas ya dieron señales antes de que el verano llegara. Como suele ser habitual, fue el comercio el que empezó a sentir una caída de sus ventas. Cualquiera de los que están detrás de un mostrador puede corroborarlo. La cadena se frena, la economía estornuda. Los datos del turismo durante el verano siguen marcando la línea del freno, y los síntomas se recrudecen: caída de la ocupación hotelera, caída del gasto por viajero, ofertas de ultima hora para cubrir plazas libres y todo lo demás. Y mientras sigue sin aplicarse el remedio. Y ayer, tras la subida de tipos de la Eurozona, y otros datos macroeconómicos negativos, parece que por fin empiezan a considerarse serios los males del enfermo, al que hasta hoy se tenia por hipocondríaco. La subida de tipos, esperada para contener la inflación, va a suponer un ingrediente adicional en los males del enfermo. Y es que, aunque la misma no suponga mucho mas de treinta o cuarenta euros al mes, ya supone un toque de atención para todos los hipotecados, que restringirán aun mas su gasto por lo que pueda ser. La burbuja de las subidas en los precios comienza, a su vez, a frenarse en un tiempo en que se tardan dos meses mas en "colocar" una vivienda o bien hay que reducir su precio considerablemente. Y si bien es cierto que la burbuja no sufrirá una explosión a la manera del 29 o del mas reciente boom tecnológico, si supondrá el principio del fin de la especulación inmobiliaria, con todas sus consecuencias. Recuerden que el capital especulativo nunca ayuda en nada al crecimiento. Lo peor de este escenario es la sensación de haber un tiempo precioso para atajar el mal, y sobre todo, el tener un gobierno que ha vivido de las rentas de un ciclo expansivo y cuya preparación en asuntos económicos es poco menos que cuestionable, por mucho que Zapatero haya tenido las "dos tardes" que necesitaban para ponerlo al día. El tiempo será juez y parte para ver si son capaces de sanar a este enfermo, ahora que aun están a tiempo.