El día de la persona especial
Escribo esta tribuna el domingo 19 de marzo de 2023. De toda la vida, el “Día del Padre”. Mi hija de 4 años me ha despertado emocionada para que bajase a ver mis regalos, que con tanto cariño ha realizado -tanto en casa como en el colegio- con sus propias manos. Entre ellos destacan un delfín de arcilla que pone “papá” y otro que le acompaña, más pequeño, que pone “Loreto”, con corazones y caras felices. Para mí, este día ya ha tenido su momento culmen. Aunque lo soy hace relativamente poco, me encanta el día del padre. O quizás ahora deba llamarlo… ¿de la persona especial?
La semana pasada se hizo viral -hasta el punto que personalidades de todos los ámbitos han opinado al respecto y decenas de medios lo han recogido en sus páginas y ediciones digitales- el audio que una profesora de Jerez mandaba al grupo de WhatsApp de padres de sus alumnos. En la grabación aseguraba que “ya no se celebra el día del padre, pues hay muchos tipos de familias (…) entonces vamos a celebrar el día de la persona especial”. Así, categóricamente. Porque ella y las minorías despóticas y misándricas de siempre lo han decidido.
Vaya por delante que nadie pone en duda que en la actualidad haya muchos tipos de familias. ¿Pero qué tiene que ver eso con “cargarse” el día del padre? ¿Qué necesidad se está creando de anular todo lo que esté vinculado de forma directa o indirecta a la figura masculina? Por mucho que se empeñen -y me avergüenza tener que poner esta afirmación por escrito- el padre es biológicamente necesario para que una persona pueda nacer. Al menos, hasta que Montero o alguna de sus secuaces trate de convencernos de lo contrario. Sí, señoras feminazis y androfóbicas: el semen viene sola y únicamente de los hombres. De los machos, sean Alfa como Pablo Iglesias o no. Y sin ellos, no se puede tener hijos. Caprichos de la naturaleza, que seguramente sea también facha.
Lo que comenzó como una bufonada de la izquierda radical se nos está yendo de las manos por no haberla frenado a tiempo. Ya no es solo que se considere abiertamente que todos los hombres son acosadores sexuales, violentos, o malas personas simplemente por el hecho de ser hombres. Ya no es que se inventen que uno no nace chico o chica, sino que nace con género neutro para que luego elija voluntariamente lo que es (esto sigue provocándome escalofríos). Es que además ahora quieren empezar a anular figuras como la del padre, como si fuera algo malo para la sociedad que uno celebre algo tan maravilloso como la paternidad. Ahora, digan ustedes en público que quieren quitar el día de la madre, a ver cómo les responden. Serán quemados por un aquelarre de brujas en una hoguera. La Historia al revés. Ironías de los tiempos modernos.
Pero lo peor de todo es que algunas de estas personas de mente patológica están en las escuelas. Dan estos mensajes a nuestros hijos. Tratan de convencerles de que su visión enfermiza del mundo es la correcta. Y señalan con el dedo a quienes no la comparten.
La broma ha ido demasiado lejos. Tenemos que pararla antes de que los daños sean irreparables. No hay tiempo que perder. Ya vamos tarde.
¡Ah! Y por supuesto, ahora y siempre: feliz Día del Padre.
Miguel Ángel Rodríguez Caveda es periodista, ganador de tres premios Emmy y presidente de la consultora internacional de comunicación 3AW.
