Juanma contra las encuestas
Los últimos sondeos electorales publicados sobre las elecciones andaluzas dan -cada vez de forma más holgada- una victoria clara a Juanma Moreno Bonilla. Estas previsiones no es que sean malas de por sí, pues le dan como ganador. Pero la reiteración del mensaje de una “victoria segura” por parte de los medios de comunicación puede ser peligrosa para los intereses del PP. Está demostrado que un número importante de personas cambia su voto por las posibilidades de maquillar una derrota. Pero además existe el voto del miedo a un resultado, o a un posible pacto no deseado. Muchas personas que no pensaban ir a votar, al ver un posible futuro que no les gusta en una encuesta deciden acudir a las urnas… o viceversa.
Como decía en un artículo el socialista canario Salvador Suárez, esto hace que “las encuestas influyan casi más que los programas electorales a la hora de votar”. Una verdad peligrosa, sobre todo para Moreno. Si su ventaja en los sondeos “relaja” a su electorado, y al mismo tiempo “activa” a la izquierda, puede ver peligrar sus opciones de gobernar. Y eso que, al menos según las propias encuestas, es el líder mejor valorado de los candidatos que se presentan a las urnas el próximo domingo.
Hay una vuelta de tuerca más en el panorama de los últimos sondeos: el peligro de desaparición de Ciudadanos del Parlamento. Según las previsiones, una parte del crecimiento de Moreno Bonilla se produciría a costa de Ciudadanos, que registra medio punto menos de apoyo que en el sondeo de mayo y una horquilla de 0 a 2 diputados. Esto complica enormemente las opciones de Juan Marín para reeditar el pacto de gobierno actual. Y, al mismo tiempo, deja como única alternativa un pacto PP-VOX, cuya posibilidad a priori movilizaría más a la izquierda por el efecto antes comentado. También podría devolver parte del voto del PP a Cs por el efecto maquillaje descrito unas líneas atrás. Pero lo que está claro es que puede, y suele, influir en el electorado.
Tal y como están las cosas, lo que mejor le viene a Moreno es que esta semana pase rápido, sin sobresaltos. Que se siga hablando de los errores del Gobierno con respecto a Argelia y que la campaña andaluza pase a un plano más discreto. Y, a ser posible, sin muchas encuestas.
