La “tradición” de pitar el Himno de todos

Felipe VI y la infanta Sofía, en la final de la Copa del Rey (Foto: Europa Press Reportajes - Only For Use In Spain).
Felipe VI y la infanta Sofía, en la final de la Copa del Rey (Foto: Europa Press Reportajes - Only For Use In Spain).

No hubo sorpresa en Sevilla. Y el Real Madrid levantó ante Osasuna su vigésima Copa del Rey. Pero no está dedicada esta tribuna a lo deportivo, sino a lo ocurrido en los instantes previos al encuentro.

Cuando el monarca salió al palco de autoridades, volvimos a presenciar -una vez más, y ya son demasiadas- uno de esos momentos tan vergonzosos de esta “España plurinacional” que nos están dejando Pedro Sánchez, sus secuaces (especialmente catalanes y vascos) y algunos de sus antecesores, en la que el respeto por los demás no tiene cabida. 

Unos cuantos miles de aficionados de Osasuna (no fueron todos, porque algunos todavía son conscientes de que vienen de Pamplona) pitaron e increparon a Felipe VI, para después seguir silbando mientras sonaba por megafonía el himno nacional. Afortunadamente el Rey pudo mantener la sonrisa gracias a los miles de aficionados madridistas que opacaron con sus cánticos este nuevo intento de sabotaje de la final de un torneo histórico para nuestro país.

Lo de pitar sobre el himno cuando llegan a la final de la Copa del Rey ciertos equipos (Barcelona y Athletic principalmente) es una lamentable “tradición” que se inició hace ya 15 años. Corría el año 2009 y la final la disputaban en Mestalla (Valencia) el F.C. Barcelona y el Athletic de Bilbao. Fue la primera en la que se pitó abiertamente el himno nacional en dicha final.

Estamos en un país de libertades. Y la libertad de expresión permite, entre otras cosas, que cualquiera pueda humillar abiertamente símbolos e instituciones que son de todos. Pero los clubes, que permiten estos comportamientos, sí deberían ser sancionados duramente por la Federación. De hecho, sus mandatarios deberían estar obligados a condenar públicamente cualquier forma de politización y falta de respeto a los símbolos, los consideren propios o no. Y si no desean hacerlo, que no compitan. Al fin y al cabo, el que no quiera la Copa “del Rey”, que no la juegue. No parece tan difícil.

Enhorabuena al Real Madrid, justo Campeón de la Copa de Su Majestad el Rey. Y a los madridistas, que comprenden y respetan el valor del torneo y de la Institución que representa.

PD. El firmante de esta tribuna estuvo en Mestalla en la citada final de 2009. Lo hice ataviado con una camiseta del F.C. Barcelona. Cuando sonó el himno, me levanté y puse la mano en el pecho. Tanto yo como el amigo que me acompañaba fuimos fuertemente insultados e increpados por ello. 

PPD. Hace 15 años dejé de ser seguidor del F.C. Barcelona.

Miguel Ángel Rodríguez Caveda es periodista, ganador de tres premios Emmy y presidente de la consultora internacional de comunicación 3AW.

 
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