Lo trans

Próximamente se entrará en el debate sobre lo trans. En su artículo en este periódico Ignacio Aréchaga expone lo que es el borrador de la ley que reconoce los derechos de los trans. El objetivo de lo que se va a decir aquí, es plantear si existe o no una naturaleza humana, por lo que todos somos seres humanos, y si existe, hasta donde se puede “tocar” esa naturaleza. Además, se explica una ideología que la cuestiona, el transhumanismo, pero que igualmente se podría aplicar a algunas otras de lo trans, que usan, además de la tecnología, la química, por ejemplo, en el deporte, y si hay que establecer unas reglas de juego.

Antes de la pandemia, me invitaron a dar varias sesiones de filosofía, no por que sea una autoridad, sino porque algo había estudiado, era un público variopinto, y los organizadores supusieron que, siendo profesor, me resultaría fácil. 

Con las pocas sesiones que me dieron, me centré en la filosofía tradicional y, quizás por la audacia que da la ignorancia, se me ocurrió emplear, en aquella época donde se hablaba mucho de bipartidismo, el término bifilosofismo. Expuse que, de un modo simple, algunos han clasificado a los filósofos como los que derivan a filosofías del ser y los que lo hacen a filosofías del devenir. No me entretendré en explicarlas, pero sí haré hincapié en que, desde las filosofías del ser, representadas por Aristóteles, Platón, Sócrates, Avicena, Santo Tomás…y tantos otros, era muy fácil aproximarse a la idea de Dios, lo llamaríamos el Dios de los filósofos, un Dios no ligado a ninguna religión en especial. Dentro de estas filosofías suelen aparecer conceptos, que es mas difícil que se nombren en otras, como el de ser, que, como las cerezas, tira de otros, tales como esencia, (no de las flores), naturaleza, (no la que se refiere a los bosques, rayos y otros fenómenos físicos), sustancia, (no química), materia, (no moléculas o bases nitrogenadas) persona…

En filósofos del ser, Aristóteles y Santo Tomás, que son realistas, suponen que esos conceptos se corresponden con la realidad de las cosas, pero existen otras filosofías que hacen violencia a esa realidad.

Dentro del mismo ciclo, en otra sesión, me tocó explicar el transhumanismo, donde aparece la palabra trans. De modo rápido, diré que es un extremo de lo trans, y se basa en la idea de que, gracias a la tecnología, la humanidad entrará, dando un salto cualitativo, en una fase, donde se habrán superado las limitaciones de la naturaleza humana, concebida al modo tradicional, y se entrará en un mundo de superlongevidad, superinteligencia y superbienestar.

La ley protegería y favorecería el derecho moral de aquellos ciudadanos que deseen utilizar la tecnología para ampliar sus capacidades mentales y físicas buscando un crecimiento personal mas allá de nuestras actuales limitaciones biológicas, por ejemplo,  mediante un chip en el cerebro y los recambios corporales pertinentes, y puedan decidir si mueren antes o después, si desean eliminar el error en su conocimiento, o el sufrimiento, sea físico o psicológico, optando por la felicidad total, que deberá ser promocionada. En definitiva, en este salto, la humanidad se librará de una vez por todas de la muerte, el error en el conocer y el dolor. De fondo, se está cuestionando la existencia de una naturaleza humana. El concepto tradicional de naturaleza sería erradicado por inútil.

Haciendo un inciso voy a contar como ilustraba, mediante videos, qué eran las tres súper. En el de la superlongevidad aparecía la vida de una persona que nace, es joven y fuerte y, poco a poco se va encorvando, hasta coger un bastón, dirigiéndose al cementerio, pero antes de llegar, se encuentra con un hospital y entra. Cuando sale, sale hecho un chaval. En la siguiente escena para explicar qué es la superinteligencia, le implantan un chip en el cerebro que conecta directamente con un repositorio de información situado en Silicon Valley, que le proporciona toda la información que necesitaba y lo dirigía perfectamente, eliminando la posibilidad de error en su conocimiento. En una tercera escena aparece una mujer embarazada, y en el niño, por deseo de ella, eliminan los genes que le producirán depresión, violencia, ansiedad…e infelicidad en el futuro, el superbienestar.

Vamos a terminar planteando donde ponemos el fundamento de los derechos humanos. Dos posiciones, como antes. En el artículo 1 de la declaración universal sobre el genoma y los derechos humanos de la UNESCO el 11 de noviembre de1997 aparece: “el genoma humano es la base de la unidad fundamental de todos los miembros de la familia humana y del reconocimiento de su dignidad intrínseca y su diversidad. En sentido simbólico, el genoma humano es el patrimonio de la humanidad”.

Pero la segunda posición se basa en la filosofía del ser: todos los seres humanos tienen los mismos derechos. Hemos usado la palabra ser, cuyo significado y sentido va mas allá de la Física, ciencia, esta última, que propone hipótesis que se pueden contrastar experimentalmente, como las demás (genética, química…), y en cualquier momento desechar si, como decía Kuhn, aparecen datos que hacen cambiar el paradigma.

Aquí planteamos la cuestión de las consecuencias de dar por supuesto que no existe una naturaleza humana, que se puede tocar todo, y si la persona así lo decide, pasar al estado trans. 

Al final, el problema, se puede reducir a la fecha de nacimiento. ¿A que edad se puede permitir a la persona que decida o se le quite la capacidad de decisión?, teniendo en cuenta que lo natural es que muchos niños lleguen a los 18 años y puedan votar por ley, muchos adultos lleguen a los 67 años, y se tengan que jubilar por ley, y como están las cosas, lo normal será que, bastante gente llegue a los 80 años.

Nicolás Moreno Díaz

Catedrático de Física y Química jubilado