¿Qué hacemos con los adolescentes, qué hacen los adolescentes con nosotros?

Adolescentes
Adolescentes

Estamos a final de curso y ya con todo el pescado vendido, los padres pasarán por el colegio de sus hijos para recibir las notas e instrucciones de lo que recuperar en verano. No sabiendo muy bien como irán las cosas, pues entre la pandemia y la ley Celáa, el río está revuelto. Por mucho que Celáa meta la ley a traición, no va a impedir que el paso del tiempo haga que los niños pasen a adolescentes. Muchos padres se encontrarán, que en septiembre su hijo es adolescente. Otros llevan tiempo, desesperados, soportando el problema.

Este artículo trata sobre los adolescentes y va dirigido a padres. Solo pretende evitar la desesperación que puede tener tremendas consecuencias.

Es difícil condensarlo todo en pocas páginas, por lo que diremos al principio el esquema que se seguirá para que el lector no se pierda en anécdotas y explicaciones.

En primer lugar, se describen algunos rasgos de los adolescentes, después se proponen algunas teorías interpretativas con anécdotas y en tercer lugar se proponen estrategias de actuación.

Si usted tiene en su casa un ser que cumple las siguientes características:

-Ha pasado de la primaria a la secundaria por lo que estudia de 1º a 4º de la ESO. Los primeros se pueden librar pues vienen con los habitos de los maestros.

-Estar en la edad del pavo. Parece un pavo borracho antes de ser sacrificado para la cena de navidad. No controla su cuerpo, ni su lenguaje, ni sus emociones. Esto implica, que es probable que pase mucho tiempo tirado en el sofá, mejor, desparramado, desvencijado, las piernas por un lado, la cabeza apoyada asimetricamente y con el mando a distancia o el móvil en su mano, pensando en qué invertirá su vida.

-Oponerse a todo lo que digan padres y profesores sea lo que sea.

-Poner una cara cuya longitud se extiende desde su casa en el tercer piso hasta la calle si no le compran la marca que quiere, y detectar a los de su clase por la marca de la ropa. Oponerse una vez mas a todo, sea lo que sea, con la moda que usa.

 

-Pincharse psicológicamente muy facilmente, como una camara de bicicleta mala, por lo que hay que ir a su casa con una bomba de bicicleta a inflarlos para que funcionen.

-Estar todo el día pegados a las pantallas.

-Ser carne de discoteca. Vivir a tope la noche loca del viernes y sábado, y si son hembras reivindicar que quieren ir  desnudas y borrachas por la calle a las cuatro de la mañana.

-Cuando hable con el tutor le dirá que no reconoce a la persona que usted le describe.

-Pensar que la culpa de que suspendan es de los profesores porque son mediocres y cutres y que si ellos estuvieran en Harvard todo sería distinto, no te quepa duda que allí darían el do de pecho. Además, Einstein y Curie eran malos estudiantes.

Actualmente  esto  se produce hasta los 25 años y más, pero ya no se llaman adolescente sino adultitos.

Si lo anterior coincide con alguien que convive con usted, sepa que tiene un adolescente infiltrado en su propia casa.

Si es la primera vez que le pasa, usted es primerizo, es lo mismo que le dijo el pediatra cuando tuvo el primer hijo. No se preocupe, no se irrite, no se sofoque, solo tener en cuenta que es como un resfriado, con pastillas, una semana, sin pastillas siete días.

Ya se dijo que se iban a contar anécdotas de modelos que el autor ha ido escuchando en su vida.

En una sesión de evaluación de tercero de eso (estamos hablando del ojo del huracán), uno de filosofía, que estaba dando asignaturas afines espetó: el adolescente es el elemento mas preclaro del sistema, el que mejor se da cuenta de las cosas. Entonces, todavía algunos recordaban una canción de pink floid, que por supuesto, hoy no gusta a los adolescentes: “another brick in the wall”.

Así pues, explicó lo que pensaba que pasaba con los adolescentes. Cuando eran niños no se planteaban nada, su padre era lo mas grande y lo mismo su madre, perfectos, dioses del olimpo. Eran dóciles por sublimación, se apuntaban felizmente a todos los planes familiares. De pronto levantan la cabeza y miran a la sociedad que le rodea, distinta de la que han vivido en sus padres y ven un muro. Y comienzan a pensar sobre lo que ven. Ven a su padre que es un ladrillo en el muro y realiza sus rutinas sin plantearse otra cosa, a su madre, ama de casa o que trabaja fuera o ambas cosas, que le pasa lo mismo. Su tío que ha tenido mas suerte en la vida y tiene mayor poder adquisitivo y vive en un barrio de clase alta, con un mejor coche, mejor chalé en la playa. De alguna manera, todos son ladrillos en el muro, y no se plantean cambiar su situación.

El adolescente todavía no ha entrado y se resiste a entrar, no quiere ser otro ladrillo, tiene miedo, se rebela.

Esta es la interpretación que nos dio el de filosofía en la evaluación.

Una anécdota en esta línea de preclaridad.

Allá por los noventa, en los colegios e institutos había subgrupos, con sus litronas que algunos calificarían como segregados.

Las adolescentes vestían como Alicia en el país de las maravillas, una blusa blanca con rizos y faldas brillantes, rosas, verdes, claro y oscuro y celestes, de forma paraboloide, que llegaban un poco mas arriba de la rodilla, muy anchas, todo almidonado, sandalias de tela con poca puntera. Al año siguiente los diseñadores lo habían asumido y la moda de temporada tenía un “toque”  en blusas y colores.

En los dos mil, en las esquinas de los institutos, los grupos de la litrona empezaron con los pantalones de pirata que provenían de haber cortado y reciclado alguno antiguo. Al año siguiente ya estaban incorporados a la moda de temporada y en algunas tiendas se vendían con altas calidades y a precios astronómicos.

Un orientador (el psicólogo del colegio), en otra sesión de evaluación, desde una perspectiva personalista, dio otra visión de adolescente: la persona es la misma en el niño, en el adolescente, en el joven, adulto y viejo, lo que cambian son los problemas y por tanto los conflictos, que en la adolescencia se agrandan por falta de madurez.

Conflictos con la realidad. Hasta ese momento estaban muy protegidos por los padres, ahora se la encuentran de frente. Con ellos mismos, descubren su cuerpo que está desbarajustado, perciben que existe otro sexo, y que les atrae, y empiezan a valorar mas el grupo de amigos con los que se relacionan que a sus padres. En algunos casos pierden la personalidad propia que queda diluida en el grupo. Consideran los planes familiares como cargas.

 No existen estrategias claras a seguir, algunas funcionan y otras no. Una que puede funcionar es no entrar a las provocaciones y desafíos. Quizás otra que podría recomendarse, en el otro extremo, es darles la independencia total, sin apoyo económico, su espíritu de contradicción los podría llevar a integrarse en el grupo familiar. En esta línea, no le hable de la cigüeña, se lo contará a su pandilla y todos se reirán de lo ingenuo que es usted. Explíquele las cosas antes de que las aprenda en la calle, no le ría las gracias, esto no es lo mismo que estar todo el tiempo riñéndole.

La última interpretación que le puede funcionar al aplicar medidas prácticas es algo de la naturaleza física. Parece “como si” el adolescente cumpliera especialmente el principio físico de acción y reacción. Por ejemplo, cuando se dispara una escopeta y la bala avanza, la escopeta reacciona en contra, hacia atrás, Si con unos patines nos ponemos delante de una pared y la empujamos, nos vamos hacia atrás, cuando en los alternadores que nos producen la luz de cada día cambia el campo magnético, se produce una corriente eléctrica en las bobinas que origina un campo magnético para oponerse al anterior. Se pueden poner muchos ejemplos de naturaleza física donde cuando se actúa sobre un sistema, este reacciona oponiéndose. Quizás esto ayude a alguien. No atacar esta teoría, será buena si hace sufrir e irritarse menos, si hay menos berrinches pues parece que se entienden las cosas, y además tiene un tono científico. El comprender, relaja mucho, y se comprende, en parte con modelos y teorías. Lo importante es que, por fin, se ha comprendido al adolescente.  

Es parte de la naturaleza y aplíquelo para conseguir sus objetivos. Quizás por reacción ante lo que usted le dice consiga lo que usted quiere.

Por supuesto, no discutir nunca ni ser paternalista. No lanzar puyas. Al adolescente y mas a la adolescenta, le molestan entre otras, dos cosas, el control sobre su vida y el paternalismo (no sea un “oso amoroso”, el adolescente necesita distancia entre él y los adultos).

Tenga usted en cuenta que el grupo es esencial. Esto es muy rentable, tanto para las marcas de ropa, bares de movida…

Tiene que decidir si desea un adolescente barato, o uno caro. No le resultará fácil cambiar la duración de esta etapa. Puede llevarlo al psicólogo, o psiquiatra que le dará medicación, etc. Pero recuerde lo que se dijo antes, lo que mas molesta a un adolescente es que controlen su vida y que se reúnan para ayudarle, sus padres, profesores, dirección del colegio, psicólogo, orientador…  considerándolo un problema… en esas reuniones se suele sacar todo sobre su vida y el lo sabe.

Pienso que la mejor receta es esperar a que se pase. Aplique la resilencia.

Por último, caballero, si usted comparte adolescente con su señora, que no se le escape la mano, déjele eso a su señora. Si no, tendrá dos problemas, el adolescente y su señora. No se desespere, si el adolescente tiene 13 años y usted cuarenta, cuando usted tenga ochenta él tendrá 53.

Nota: donde pone usted debe poner ust@d, las palabras que terminan en e o es deben terminar en @s, también se puede poner un punto gordo •, y estará a la última, viene de París…y así todo…

Nicolás Moreno Díaz ha sido profesor de física y química y ha trabajado con adolescentes la mayor parte de su vida profesional.

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