El Compromís de Mónica Oltra
Ante notario, las cuatro formaciones plasmaron la creación de una mesa de seguimiento del acuerdo, con EU como líder, con la mitad más uno del todo que se pudiera alcanzar. EU mantenía negro sobre blanco toda la representación en los órganos consultivos valencianos, previa al acuerdo.
La ruptura del acuerdo fue tan rápida como abrupta. Les Corts Valencianes elegían a los miembros del Consejo de Administración de la hoy extinta Ràdio Televisió Valenciana (RTVV). Y en ese momento, comienza a iluminarse la estrella política de Mónica Oltra, hoy aspirante a presidir la Generalitat Valenciana, como líder de Compromís. Las dos representantes de Esquerra i País, corriente de EU, Mónica Oltra y Mireia Mollà (ambas diputadas electas el pasado domingo por Compromís) rompen el acuerdo del grupo, sin votar al candidato acordado. Con la portavoz parlamentaria de Compromís , la veterana Gloria Marcos, desmayada en el hemiciclo rompen la disciplina de voto y solicitan la expulsión de Marcos como síndica. El órdago se amplió, reclamando a la Mesa de les Corts que los ingresos del grupo se ingresaran en una nueva cuenta bancaria.
EU se revolvió con firmeza y expulsó a Oltra y Mollà y con otros no diputados, cuatro en total, se unió al grupo de no adscritos en les Corts Valencianes.
Como la firma Compromís era propiedad de EU, Oltra patentó una marca alternativa, que ahora lidera, Coalició Compromís, después de haber fagocitado a sus socios primigenios, el Bloc.
La ambición política de Mónica Oltra la llevó a intentar pactar con Gaspar Llamazares la disolución de sus antiguos compañeros de partido, EU, y crear una gestora. Pero fracasó: el nacimiento de EU era previo al de IU, por lo que el agua no llegó al río.
En las siguientes elecciones, las de 2011, tanto EU como Coalició Compromís ya volaron en solitario y ambos mantuvieron representación parlamentaria. Ese mismo año, retornó a la vida pública uno de los ‘padres políticos’ de Oltra, Joan Ribó, autoproclamado aspirante a sustituir a Rita Barberá en la alcaldía de Valencia, aún sin haber negociado con el PSPV y València en Comú (marca de Podemos). Volvió de la mano de su pupila, Oltra.
Porque Oltra nació políticamente en EU, hace casi 30 años. Afiliada a las Juventudes del Partido Comunista, trabajó como asesora del grupo de EU en la Diputación de Valencia mientras estudiaba Derecho en 1987 y en cuanto se licenció, prestó sus servicios profesionales en su mismo partido del que fue expulsada en 2007 y que este domingo, por primera vez desde 1987, no ha obtenido representación parlamentaria. Casualidades de la vida, EU se hundió el mismo día en que Oltra rozó la gloria política, con un resultado histórico, 19 diputados que hoy reivindica ante los 23 del PSPV-PSOE de Ximo Puig para presidir la Generalitat,sin haber alcanzado aún ningún acuerdo.
El peligro de tensar la cuerda demasiado
El líder socialista, el más votado de los grupos de izquierda en les Corts, ha advertido a Oltra: él presidirá la Generalitat, con Oltra o sin ella, apoyándose en Ciudadanos. En ese caso, necesitaría la abstención de la bancada popular, aún mayoritaria con 31 escaños. Y sabe que, según su trayectoria, Oltra es especialista en romper acuerdos, firmados, incluso, ante notario. Que se lo pregunten a EU.
