Ni de izquierda ni de derecha

En los tiempos del progresismo andante, antes del hundimiento del comunismo soviético, se decía: “quien afirma que no es de izquierda ni de derecha es de derecha”. Estoy de acuerdo con Iglesias en que esa catalogación hace tiempo que está superada, por mucho que se siga usando. Pero Iglesias afirma también que quiere ocupar “la centralidad del tablero”. O sea, el centro.

Aquí hay dos cosas. La primera: que, como se suele afirmar, las elecciones se ganan en el centro. Pero ¿cómo se define el centro si se descartan izquierda y derecha? Eso es la cuadratura del círculo.

La segunda cosa es: “centro” quiere decir sentido común, que huye de los extremos. De eso se han dado cuenta en Podemos cuando, después del resultado de las elecciones europeas con un discurso extremista (no se podía llamar programa), moderó sus propuestas a la vez que con la boca torcida a la izquierda fagocitó a parte de Izquierda (des)Unida. Y después de las elecciones andaluzas –donde no consiguió todo lo que soñaba- lo de izquierda/derecha/centro debe ir muy confuso. Ahora presenta un programa que es como la respuesta a una encuesta de salón: “¿qué te gustaría que hubiera?”

Buen estratega, Iglesias buscar pescar en casi todas partes, en IU primero, pero también en el PSOE, quizá en lo qe queda de UpyD y en algunos despistados flecos del PP. Lo hace con el discurso “todo está mal, nosotros somos la solución”. Es la clásica falacia de generalización apresurada: del hecho de que todo esté mal no se sigue que “nosotros” sea la solución. Puede ocurrir que todo este mal, también los que pretenden que son la solución. Eso no es política, es lógica.

 
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