Terror y mezquindad electoralista

Qué hacer contra el Estado islámico en Irak y Siria es como resolver la cuadratura del círculo. Hay muchas intereses políticos, geopolíticos y económicos enfrentados. Hay que contar con la división entre la chiíta Irán y la sunnita Arabia saudí, de donde al parecer salen muchos fondos para el EI. Hay que ver si se deja o no en su lugar al tirano de Siria, viendo lo mal que salió acabar con otros.

Y no es todo: Rusia defendiendo su esfera de influencia en el Oriente Medio. Turquía acusada de ayudar al EI (a propósito del derribo del avión ruso) y de comprarle el petróleo barato. ¿Por qué? Porque, entre otros intereses, así frenaría a los kurdos, que quieren un estado propio (hay más de 20 millones de kurdos en Turquía) y son los que más están dando el callo contra los yihadistas.

Todavía hay más: el caldo de cultivo de la pobreza, la marginalidad, una salida para gente que no anda bien de la cabeza, una salida en falso para gente ya desesperada, etc.

Pues resulta que hay elecciones en España. Cierta prensa quiere empujar al Gobierno para que se comprometa militarmente en algo, de forma que se puede explotar electoralmente a favor del partido afín a esa prensa, como ya ocurrió en el 11-M. Uno que lleva una coleta y está en todas las televisiones se permite ya hablar de que pueden venir “soldados en cajas de madera”. Y su tropa organizan una manifestación de “no a la guerra”, no habiendo guerra: ni Hollande, el más afectado, ni Obama piensan mandar un soldado a Siria.

Ese aprovechamiento del terror para fines electoralistas es mezquino. Y, si si pensara un poco, en lugar de caer en tan estúpida trampa, en las elecciones se relegaría a esta gente a una mínima representación.

Vídeo del día

Detenida en Madrid una kamikaze borracha y
con un kilo de cocaína en el maletero

 

Cuando ya nadie está seguro y cualquiera puede ser la próxima víctima, jugar al corto plazo de unos días provoca asco y retrata a quien lo hace.