Listas de listos
Uno de los momentos en los que se le ve el plumero a cualquier partido político es en la lista de los candidatos que presenta a las elecciones. Ahí no hay trampa ni cartón, los que se presentan son personas concretas que han optado por hacerlo ‘conscientes y orientados´, como dicen los médicos. Ni el líder, ni la madre que lo parió, pueden sustituir la voluntad del candidato a presentarse. Por eso es tan importante para el elector saber bien a quién vota, porque ese le va a representar; lo que quiere decir que va a tomar decisiones en nombre del votante, como si fuera el votante mismo, que es lo que significa ‘representante’.
Los partidos exponen en cada lista sus vergüenzas, sus ilusiones y sus esperanzas. Están completamente al desnudo, y sólo toca al votante saber exactamente a quién va a votar. No sólo al cabeza de la lista, sino a todos y cada uno de los que van detrás. A veces son muy importantes los últimos puestos, los que no van a salir elegidos, pero han puesto el careto para apoyar una lista, que se quedaría coja, si ellos no estuvieran rellenándola. No se pueden presentar listas incompletas.
Facilitan mucho esa labor los buscadores de internet. Mal que bien todos hemos dejado alguna huella en la red, en algún momento. Y está fácil saber lo que hemos hecho que haya tenido la más mínima publicidad. Así podemos saber la calaña de la lista con cierta precisión, con más facilidad que nunca, si se trata de votar responsablemente en este siglo XXI y no en tiempos de maricastaña, cuando resultaba mucho más complicado saber lo que estábamos haciendo.
