Vaya trastazo

El candidato del PSOE a la presidencia de la Junta de Andalucía, Juan Espadas, (i) abraza al presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, durante el cierre de campaña del PSOE-A en el Muelle de las Delicias, a 17 de junio de 2022, en Sevilla (Andalucía, España)
El candidato del PSOE a la presidencia de la Junta de Andalucía, Juan Espadas, (i) abraza al presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, durante el cierre de campaña del PSOE-A en el Muelle de las Delicias, a 17 de junio de 2022, en Sevilla (Andalucía, España).

Rumorólogos y barruntólogos de todo tipo se han esforzado por averiguar qué va a pasar ahora después del triunfo sonado del PP en Andalucía, porque ha sido tan espectacular que desata todo tipo de opiniones sobre el futuro que nos espera.

Lo más clamoroso es pensar que Sánchez no se vaya a presentar a la reelección por temor a un batacazo tan consistente que le obligue a abandonar la política para dedicarse a otros menesteres más diluidos en la nada. Lo veremos cuando toque, pero por las reacciones en ámbitos socialistas y el silencio sepulcral del presidente, todo podría ocurrir en cualquier momento.

Las personas muy narcisistas soportan mal que se les lleve la contraria, les estorban los demás cuando reflejan lo mal que han actuado al imponer sus criterios sin pensar en que podrían haber estado enormemente equivocados, empeñados en el 'sí es sí' de lo que yo diga, en vez de pensar que los otros puedan tener más y mejores razones para dirigir y diseñar unas políticas más acordes con las necesidades reales de la gente. 

Menos mal que para eso están las elecciones, que sirven para quitarse de enmedio a los farsantes que siempre quieren tener razón, hasta que una mayoría relevante pone de manifiesto que nanay. Y eso es lo que ha sucedido en Andalucía.

 
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