Coronavirus: Houston, esto no es una guerra

UCI de IFEMA Madrid
UCI de IFEMA Madrid

Y por lo tanto evitemos usar el lenguaje de guerra tan manoseado desde la esfera política mundial (y en ciertos casos en ambientes médicos) en su tarea de debatir, comunicar y sugerir comportamientos colectivos (de forma desacertada por cierto).

La pandemia de coronavirus es esencialmente un problema biológico y sanitario y en biología solo existe una ley: la evolución. Y muy a pesar de la necesidad constante e imperiosa  que tiene el ser humano de tratar de predecir y anular la incertidumbre, algo muy mal tolerado por el diosecillo que cada uno llevamos dentro, la biología ( y sus esferas afines como la medicina) no tiene leyes (a diferencia de la física o química).

Solo probabilidades estadísticas, es decir incertidumbres. Por eso la veracidad de los datos y su tratamiento estadístico es tan determinante a la hora de minimizar la incertidumbre y..... los errores.  Por eso en las ciencias de la salud, los errores en la recogida de datos intencionados o no asi como su interpretación, pueden ser letales.

Pero volvamos al lenguaje de guerra. Ataque, defensa, invasión, enemigo, batalla, héroes, mártires, venceremos, derrotaremos, el armamento.....esta terminología ni ayuda a entender el problema y menos a solucionarlo, es mas nos aleja de la verdadera solución.

La visión y capacidad para entender un problema y el mundo que nos rodea así como su conceptualización esta muy relacionado con como lo organizamos linguísticamente  en nuestro cerebro (y viceversa) ( Susan Sontag, 1995; Marc Lappé, 1997). Eso si, este lenguaje de guerra se adapta y ayuda a los enfoques, consignas y el debate político, pero no genera estrategias eficaces y soluciones a la pandemia. Todo lo contrario, genera medidas inadecuadas e irracionales: la congelación paranoica e irracional de la sociedad aludiendo a "el enemigo requiere unidad y todos juntos venceremos".

Hay países y políticos nacionales que han transmitido mensajes serios y cruciales en clave de cooperación, socialización, interacción y responsabilidad individual (aunque cometiendo algún error) o utilizando  el lenguaje biológico-médico: inmunización comunitaria,  control de la enfermedad, atención hospitalaria de los casos graves,  tratamientos, vacunas...

Por favor no transformemos la información sobre la pandemia en un parte de guerra, sin un contenido pedagógico ni inclusivo-participativo. La ciudadanía tenemos sentido común, el cual se alimenta y se aplica si la información es fiable y el mensaje congruente y convincente. Porque no lo olvidemos, la ciudadanía somos el huésped del virus y la parte esencial sin la cual no hay solución.

Nuestra sociedad ha demostrado que se merece algo mas que miedo, vigilancia y castigo, irracionalidad y partes de guerra. Y en biología y medicina, incluso mas que en otras ciencias, aplicar el sentido común pero no las excusas, es vital y con un lenguaje único: el biológico. En tiempos de problemas biológico-médico-sanitarios, merecemos que la información sea generada y transmitida por  quienes dominan los conocimientos científicos y biológicos, la medicina y la comunicación. Otros países como Noruega, Dinamarca o Canadá lo han hecho.

Es posible y no tan difícil. En el mundo de la biología, no hay ni victorias ni día después, sino como dijo Winston Churchill, eterna vigilancia como precio a la libertad.

 
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