Aires de cambio en las radiofórmulas

Según publicaba el pasado martes este confidencial, soplan nuevos aires en los medios musicales del grupo PRISA. Esto supone temporal de viento racheado en emisoras como Los 40 Principales, Cadena Dial, M-80 Radio, Radiolé y Máxima FM. Experimentados presentadores que vuelan, emblemáticos programas que desaparecen de la parrilla y tradicionales formatos de éxito misteriosamente reformados. Pero el ojo del huracán se está cebando particularmente en los últimos meses con Los 40 Principales y M-80 Radio. Allí está el centro de esta tormenta. Algunos hablan de “nuevos aires”.

La tendencia ascendente de casi todos los medios musicales de PRISA se ha visto ligeramente frenada en las últimas oleadas del EGM. Kiss FM y Cadena 100 luchan contra Cadena Dial por el segundo puesto de audiencia de emisoras temáticas en España. El primero continúa siendo un espacio reservado únicamente a Los 40 Principales. Por su parte, M-80 se hunde muy por debajo de cotas de otros tiempos mejores. La emisora está irreconocible: sin Gomaespuma, pero también sin La Gramola de Guzmán (se mantiene el nombre del programa, pero no el formato, ni el locutor... ni los oyentes).

Se supone que los mejorables resultados de audiencia hicieron saltar la alarma a los responsables de estos medios. Pioneros en tecnologías y en nuevas formas de hacer radio musical, los profesionales de las emisoras temáticas del grupo PRISA se han distinguido siempre por su alta cualificación y su capacidad de innovación. Alcanzar el éxito ha podido llevarles al estancamiento de unos formatos que tarde o temprano pueden dejar de dar resultado. La tradicional atadura de Los 40 Principales a los productos musicales comercialmente rentables también ha podido pasarles factura.

Por eso Los 40 no se han quedado al margen de esta reestructuración. Se buscan ahora locutores que no sean “estrellas” y que no cuenten con demasiados conocimientos musicales. Es una antinatural travesía hacia una hilo musical de hotel, tal vez con buenos resultados, pero algo vacío de contenidos críticos y de programas “de autor”.

En esta nueva forma de ver los negocios musicales parece que gente como Santiago Alcanda o Joaquín Guzmán no tiene hueco. Ambos tienen su legión de fans desde hace años y un criterio musical bien formado. Pero esto ya no se valora. Los 40 Principales se estaría acercando –manteniendo las distancias, claro- al formato que ha logrado que una emisora joven, como Kiss FM, se sitúe con excelentes resultados de audiencia en tan sólo dos o tres años: locutores y música, sin programas.

La alternativa a este formato la encontramos hoy en la Cadena 100. Emisora musical que mezcla música con programas de entretenimiento, entrevistas, actuaciones en vivo, etc... La labor de profesionales de primera, verdaderamente comprometidos con la música de calidad y sin guiarse en exceso por criterios comerciales está haciendo crecer a esta emisora.

Los tres principales grupos de comunicación que dominan las emisoras temáticas de máxima audiencia están emprendiendo caminos muy diferentes. Pronto veremos quien gana la batalla o si finalmente, la radio musical lanza propuestas para todos los gustos y el pastel queda equitativamente repartido.

Particularmente me atraen más las propuestas e ideas de los presentadores, periodistas y críticos con altos conocimientos musicales que los bandazos empresariales pasajeros. El dilema “música de calidad o rentabilidad en el negocio” sigue presente.

La lucha entre calidad y audiencia es una batalla sangrienta que no parece tener final y que ahora desemboca con claridad en las radios musicales. Pero tiene una grave consecuencia: la lamentable formación musical de una buena parte del país provoca que muchas semanas nuestras listas de ventas sean una auténtica vergüenza nacional.

 
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