Anorexia y ‘cuerpos 10’
La llegada del verano y la sequía informativa suele traer de la mano debates cíclicos -y no por ello menos importantes- como el de la influencia de la publicidad en la anorexia y la bulimia. No es extraño que esta enfermedad salga a relucir en esta época en medio de una sociedad obsesionada con el body-shopping y los 'cuerpos 10'. Dove, la popular firma de belleza, ha puesto una pica en Flandes rompiendo la tendencia de cuerpos esbeltos y perfectos. La nueva publicidad de esta marca, con modelos normales. El cambio vino provocado por los resultados de una investigación realizada entre sus consumidoras. Más de un 60% de éstas admitieron sentirse deprimidas en relación a los cuerpos que se exhiben habitualmente en los anuncios de belleza y un 75% dijeron que desearían ver imágenes más reales de mujeres en la publicidad de este tipo de productos. La nueva tendencia marcada por Dove debe servir de reflexión para una juventud inmersa en una especie de alocada carrera por "ser como..." las modelos de los anuncios de fragancias. En mi opinión, el problema está más en la familia, el entorno y la cabeza de esas personas (ellas y ellos) que en la publicidad. Lo más sencillo siempre ha sido matar al "mensajero" y no me parece justo. Sí, no niego que los anunciantes de moda puedan y deban poner su granito de arena para no azuzar más si cabe este mal endémico. Sin embargo, mucho me temo que el problema es más profundo y no se puede achacar exclusivamente a las campañas de la tele o las vallas publicitarias. Quizá habría que preguntarse también qué modelos están ofreciendo las televisiones en sus series, realitys, programas rosas, etc. La realidad es que la situación es grave. El año pasado se detectaron en España 80.000 casos de anorexia con casi 500 ingresos hospitalarios y más de 100 muertes. Unos datos que uno le ponen la piel de gallina. Yo he conocido algunos casos realmente duros y no se lo recomiendo a nadie. Creo que la solución es complicada. Como todo lo que afecta a ese complejo tejemaneje que tenemos en la cabeza: el cerebro. Eso sí, mucho me temo que los padres y una familia unida son aliados muy necesarios para sacar del pozo a personas en esta dramática situación.
