Eurovisión: una cita con el humor en Europa

Ya tenemos canción para Eurovisión. Según dice ZP, este año hemos vuelto a Europa. No como los años anteriores, que al parecer estábamos en Oceanía y no despertábamos el interés de ninguno de nuestros vecinos. Así que si el Presidente tiene razón, lograremos algún puntito más en esta edición del festival. Lástima que Marruecos no participe, porque ya eran “ten points” asegurados que nos podrían venir de perlas en la recta final. Lo digo porque ya conocerán que los expertos aseguran que el Festival de Eurovisión es esencialmente una cuestión de política.

La semana pasada España se agarró al móvil para votar un candidato que nos represente. No descarto que hayan votado hasta un total de tres o cuatro espectadores durante la gala. El volumen de los alaridos de Carlos Lozano –que ha sido lo más destacable de la gala según algún que otro periódico- pudo haber espantado a la audiencia. O tal vez esas letras tan inteligentes y tan representativas de la cultura española. Adelanto mi felicitación a los responsables de la preselección por su valiente trabajo en defensa del arte español.

Si creen que estoy equivocado observen que maravilla, que prodigio de la poesía se escondía detrás de algunos de los ritmos de “rumba hip-hopera” que nos han intentado representar en Eurovisión. “Eres un enfermo, eres un enfermo, eres un enfermo del cibersexo” es parte del estribillo que cantan con alegría tres “marujas” (así se presentan ellas mismas) que se hacen llamar Las Supremas de Móstoles. Tampoco se queda atrás el estilo fino y delicado del grupo A-Crew que en su desgarrador estribillo nos deleita con esta bella estrofa: “Quiero un swatch pa contar el tiempo que me queda contigo / Con un swatch te diré: vete a tomar por culo”. Para los que no hayan percibido el ingenio compositivo de Austin, autor de la letra, Swatch es una marca de relojes.

Con este panorama los españoles que fueron capaces de aguantar la gala –que, insisto, calculo que serían unos tres o cuatro valientes espectadores- se decidieron por el grupo Son de Sol, que al menos tienen un nombre bonito y veraniego y no insultan a nadie en la letra de su canción. Estas tres hermanas interpretarán el tema ‘Brujería’ y  lograrán que, a lo sumo, Alemania nos conceda unos siete u ocho “points”, mientras los franceses nos miran con cara de no conocernos de nada como terminan haciendo siempre. Supongo que en Eurovisión pasará lo mismo.

Falta por saber si se han iniciado conversaciones por parte del Ministerio de Exteriores de Moratinos para mejorar la situación, pero me temo que poco podrá hacer el diplomático a estas alturas. Ojeando los foros de opinión musical en la Red he palpado un alto grado de indignación por el continuo deterioro de nuestra representación en este festival. La opinión general es que las canciones que este año podían representar a España son mas bien “malas” llegando en algunos extremos a ser “pésimas”. Podría el lector sospechar que los calificativos entrecomillados son míos, pero debo reconocer que no. Simplemente son las palabras más repetidas por los fans de Eurovisión en los citados foros que he visitado en los últimos días.

Está claro que la música es un arte libre y cada uno puede hacer las canciones como desee y llamar a su grupo como quiera. Incluso haciendo referencia al lugar que recuerda irremediablemente a Martes y 13 y sus entretenidas empanadillas. El problema es que estamos hablando de un grupo que “representará” a España ante Europa.

Las Supremas de Móstoles serán muy graciosas, muy modernas y muy originales, pero si hubieran llegado a saltar de ese segundo puesto a ser las representantes de España en Eurovisión nuestros amigos de la Alianza de Civilizaciones habrían pensado que somos más tontos aún de lo que últimamente parecemos. Porque no lo olviden: según los expertos Eurovisión es, sobre todo, política.

Pero tampoco hay que alarmarse. El mal gusto y las extravagancias absurdas parece ser la línea general de Eurovisión. Todos los años no reímos a carcajadas de lo patéticos que pueden llegar a ser los otros representantes europeos. No duden que en el resto de Europa también se tronchan anualmente cuando ven salir a nuestro representante. Probablemente dan palmas e improvisan unas sevillanas ucranianas o estonias mientras se ahogan de la risa. Es posible que en eso consista el festival; una cita con el humor en Europa.

 
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato