Internacionalizar el “conflicto”

Un nuevo triunfo para ETA-Batasuna. Un nuevo regalo de Zapatero a la banda terrorista: el próximo 25 de octubre el Parlamento Europeo, merced a la iniciativa de los socialistas, debatirá acerca del mal llamado “proceso de paz” y con toda probabilidad aprobará una moción de apoyo al mismo.   ETA y Batasuna siempre han pretendido “internacionalizar el conflicto”. Hasta la ilegalización del brazo político de la banda terrorista, era muy frecuente que miembros de la Mesa Nacional de Batasuna viajaran a Bruselas y a otras capitales europeas para explicar a los medios de comunicación o a las Cancillerías que les abrían sus puertas, que Euskadi era un pueblo oprimido por la “bota” opresora española y que hasta que esa situación no se resolviera, la violencia de ETA estaba justificada.   Durante los gobiernos del PP, se llevó a cabo una contraofensiva internacional: ETA y Batasuna fueron incluidas en las listas de organizaciones terroristas tanto de la Unión Europea como del Departamento de Estado de los Estados Unidos; se hizo un esfuerzo de explicación a los principales medios de comunicación europeos y americanos de la verdadera naturaleza de “conflicto”; los embajadores de España también hicieron su labor y de esa forma se consiguió que la presencia internacional de los batasunos fuera cada vez menor y desde luego tuviera muy poco predicamento.   Pero al igual que otros tantos aspectos de lo que ha sido la forma de enfocar la lucha antiterrorista en los últimos años, este también ha sido cambiado por Zapatero. Batasuna quería un debate en el Parlamento Europeo, y ya lo tiene, incluso en la fecha que sugirió, el 25 de octubre, que no es baladí, porque tal día como ese en 1979 se aprobó el Estatuto de Autonomía del País Vasco, tan denostado tanto por ETA como por su brazo político.   ¿Qué es lo que persigue el Gobierno y Zapatero al impulsar, a través del grupo socialista en el Parlamento Europeo, este debate?. Por un lado, dar una nueva satisfacción, ¿y van?, a ETA-Batasuna, y por otra, recibir, supuestamente, un espaldarazo a sus esfuerzos por conseguir la paz. Pero el precio que va a pagar por ello es demasiado alto, porque lo que es simplemente un problema interno de España, consistente en una banda terrorista que mata y extorsiona para conseguir sus objetivos, Zapatero lo traslada nada más y nada menos que al mismísimo Parlamento Europeo, con lo que ello conlleva de caja de resonancia.   Eso sí, ni una palabra de condena del Presidente del Gobierno al “aquelarre” vivido en Oyarzun hace unos días cuando tres encapuchados, después de leer un comunicado de ETA a los asistentes a un acto en homenaje al “gudari eguna”, dispararon siete tiros al aire. Para Zapatero, eso no tiene excesiva importancia a tenor de lo que dijo, mejor dicho, de lo que no dijo el pasado miércoles en el Congreso de los Diputados cuando pronunció una serie de frases huecas y vacías que culminó con una nueva llamada a la paciencia y a la confianza de los ciudadanos en el mal llamado “proceso de paz”. Realmente, ¿se puede tener confianza en alguien que está demostrando una enorme irresponsabilidad a la hora de conducir el citado “proceso?, ¿que con su política ha conseguido que ETA y Batasuna vuelvan a ocupar el centro del debate político y ahora, por si esto ya no fuera demasiado, lo traslada al Parlamento Europeo?

 
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