Nimes celebra su feria taurina, mientras los anticorridas se movilizan para ilegalizarlas
Mientras tiene lugar la Feria de Nimes, este fin de semana, los aficionados y los anti-corrida, vuelven a desenterrar el hacha de guerra.
Con lo que les ha costado demostrar que no es necesario tener sangre española para ser un gran torero como Sebastian Castella, ahora, los aficionados franceses, tienen que enfrentarse al relanzamiento de las hostilidades de colectivos cuyo único objetivo es declarar las corridas fuera de la ley.
Las ONG “anticorrida” han logrado organizar bajo el patronazgo del ministerio de Agricultura una serie de seminarios a través de los cuales pretenden, para empezar, prohibir el acceso a las corridas a los menores de 16 años, y el acceso de los toreros a los colegios que habitualmente les invitan para hablar de la tauromaquia.
Para argumentar su petición, han presentado un documento firmado por un conjunto de psiquiatras y psicólogos que hablan de los perniciosos efectos que puede tener la visión de una corrida en las mentes de jóvenes y niños. También han aportado certificados de personas “violentamente afectadas” por el espectáculo, y han recurrido al testimonio de un matador “arrepentido”. Han tenido que viajar hasta Colombia, pero lo han encontrado. Se trata de Alvaro Munera, que tras sufrir una cogida y quedar parapléjico, comenzó a comprender la crueldad a la que son sometidos los toros y a militar en el movimiento anti-taurino, como comentan en la página web de la Alianza Anticorrida.
Los aficionados responden, de momento, con la creación del Observatorio de la Cultura Taurina, y no parecen dispuestos a dejarse hacer. Si ya se rebelaron contra la Revolución que quiso prohibir en 1796 las carreras y combates de toros, la Fundación Brigitte Bardot y el resto de ONGs anticorrida no serán un obstáculo en su camino. Y el espectacular aumento de espectadores (30%) para presenciar este año las corridas de la Feria de Nimes, no sirve más que de estímulo.
