Picasso y los maestros: si no es la exposición del siglo será la de esta década

Un éxito que los organizadores saben seguro, y por el que han apostado gastándose 4,3 millones de euros para lograr reunir la obra del pintor malagueño y la de los maestros que fueron jalonando su quehacer. Un presupuesto en el que, claro está, no aparece contemplado el seguro sobre las obras que, según L’Express, ronda los 2.000 millones de euros.

La generosa colaboración de los museos españoles será una de las claves de esta magnífica exposición. El Museo del Prado ha prestado siete obras de Velázquez, Ribera, Zurbarán o Goya, y el Museo Picasso de Barcelona ha cedido una veintena de variaciones de Picasso en torno a las Meninas.

El alma de este proyecto es Anne Baldassari, directora del Museo Picasso de París, cuyos nervios han sido puestos a prueba estas últimas semanas. Algunos museos han esperado hasta el último momento para permitir la marcha de sus tesoros, como el MOMA de Nueva York que ha cedido el Niño con caballo, o el Kunsthalle de Hamburgo que se ha desprendido de la Nana de Manet.

Habrá que lamentar algunas ausencias, como un retrato de Van Gogh, que el museo de Ámsterdam no ha querido ceder, o Le Moulin de la Galette que Picasso realizó a partir de la obra de Renoir, y que no ha salido del Guggenheim de Nueva York. Pero sería imperdonable no disfrutar de la oportunidad que ofrece este otoño el Grand Palais a partir del 8 de octubre.

 
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