“The baby is born”, la independencia de Kosovo es irreversible
¿Cuánto tardará España en reconocer esta región serbia como estado independiente? En su defensa de la legalidad internacional, España sólo cuenta con el apoyo de Rumanía, Grecia, Eslovaquia y Chipre dentro de la Unión Europea.
“El bebé ha nacido”, “the baby is born”. La ministra kosovar de Asuntos Exteriores, Vlora Citaku, recurre a esta metáfora una y otra vez para señalar que la independencia de su país es algo “irreversible”, algo que antes o después habrá que admitir.
No sólo cuentan con el reconocimiento de 22 de los 27 países de la Unión Europea, sino también con el de otros 33 países, entre ellos Estados Unidos (que cuenta allí con la base de Bondsteel), Australia, Japón, Canadá o Turquía.
Cistaku dice que comprende el temor de España a reconocer la independencia de su región, y “el miedo a que sea una puerta abierta para que las regiones españolas la pidan también”, pero asegura que el caso de Kosovo es, por razones históricas, geográficas y políticas, diferente.
Durante su estancia en París, Cistaku señaló que su próximo objetivo es “convertirnos en miembro de pleno derecho de la familia europea”. Admitió que habían hecho unos cálculos equivocados cuando declararon la independencia pues pensaban obtener un centenar de reconocimientos de forma inmediata. Y añadió, de forma inocente o con un alto grado de cinismo, que también pensaban que “Serbia entendería de inmediato la nueva realidad y se acomodaría a ella”.
La joven ministra kosovar ha pasado por Francia donde cuenta con un respaldo sin condiciones. Fue uno de los primeros países que, junto a Estados Unidos y Gran Bretaña, se apresuraron a reconocer la independencia de la antigua provincia serbia. Sólo se les adelantó por un día Costa Rica.
La relación con Francia es “muy especial”. Su hoy ministro de Exteriores, Bernard Kouchner, fue el Alto Representante de Naciones Unidas en Kosovo durante año y medio, y siempre ha abogado por la autonomía de la región. Un buen aliado para los objetivos de Citaku: “somos parte de Europa y aquí estaremos todos los días para recordar que queremos formar parte de la familia”. ¿Hasta cuándo podrá decir España que no?
