Cuando falla la “admiración”….

Un año más, Octubre se descuelga del calendario sin avisar. En el reparto de las estaciones le tocó ser el telonero de un invierno que a algunos destempla el alma. Los suplementos de las revistas mensuales abruman con cientos de consejos para combatir el desánimo existencial, que no se sabe muy bien, se atrinchera con ahínco en esta época del año.

En una reciente entrevista a José Jiménez Lozano, el escritor recordaba que una de las grandes crisis de nuestra sociedad es la pérdida de la capacidad de “admiración”. Todos tenemos nuestro octubre, pero si consiguiéramos recuperar parte de la magia que conlleva el redescubrimiento de los mil matices del día a día, saldríamos a vivir con otro color.

Volver a ver con ojos nuevos lo que ya está a punto de producirnos cansancio es una gran conquista. Sin ese cotidiano reencuentro con las cosas de siempre se hace difícil saborear la tan traída y llevada “felicidad”, que sin ninguna duda se encuentra mucho más cerca de lo que pensamos.

La vida de hoy es tan compleja, que apenas nos deja tiempo para la admiración. Conviene echar mano a ese fondo de armario de la filosofía,  autentico manual de auto-ayuda, por mucho que se insista en relegarlo de los planes de Enseñanza.

Platón consideraba que la filosofía no tenía otro origen que la admiración. A la postre somos bombardeados por tantas sensaciones que terminamos por no hacer caso a ninguna. Aquí está el peligro. No podemos esperar grandes acontecimientos o cambios radicales  de nuestra situación actual para darnos una alegría y recobrar la ilusión.

Estrenemos un nuevo octubre. Veinticuatro horas cada día dan mucho de sí…

 
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato