De incidentes y ausencias

La manifestación convocada por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), celebrada el pasado sábado en Madrid, estuvo precedida por la polémica, se desarrolló con polémica y me temo que esta continuará en los próximos días, máxime cuando se ha anunciado la intervención para apaciguar los ánimos, de la persona que mas contribuyó a aumentarlos en los días previos a la manifestación, que no es otro que el Alto Comisionado del Gobierno para las víctimas, Gregorio Peces Barba. Vayamos por partes. Los intentos de agresión e insultos al Ministro de Defensa, José Bono, en el transcurso de la manifestación, son de todo punto condenables, y así lo han hecho tanto el Presidente de la Asociación convocante del acto, Francisco José Alcaraz, como el secretario general del PP, Angel Acebes, que al contrario de Bono, recibió gritos de apoyo. Ha sido una lástima que una manifestación convocada por una causa tan noble como la "memoria, dignidad y justicia" de las víctimas -ése era el lema de la marcha- se haya visto empañada por unos incidentes que como ha destacado el propio Ministro de Defensa, no estuvieron protagonizados por un grupo aislado o minoritario, sino que latía en el ambiente un clima de crispación y enfado generalizado, que algunos optaron por descargar contra los miembros del Gobierno presentes, porque además de Bono, el Ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, también se llevó lo suyo. Pero si el propio Bono se ha encargado de destacar ese carácter no minoritario del grupo de gente crispada y enfadada, habrá que preguntarse ¿por qué se llega a ese estado de cosas? Y esa pregunta hay que plantearla, no para justificar lo que pasó, sino para entender lo que está pasando y lo que puede pasar en relación con las víctimas. Señalaré una serie de hechos que pueden ayudar a comprender la situación. La opinión pública -y no hay que olvidar que las víctimas del terrorismo forman parte de ella- están recibiendo desde hace algunas semanas una serie de mensajes confusos por parte del Gobierno, de su Presidente, en torno a un proceso de negociación con ETA y con Batasuna. Las manifestaciones de Zapatero de que está dispuesto a oír al brazo político de ETA si cesa la violencia, hechas hace unos días en San Sebastián, o las posteriores de que está dispuesto también a aprovechar la mínima oportunidad que se presente para abrir "un tiempo de esperanza", han dejado bastante confuso al personal, sobre todo cuando estos mensajes se lanzan sin que ETA haya dejado las armas -muy al contrario, acaba de colocar un coche-bomba en Getxo con 40 kilos de explosivos- ni Batasuna se haya desmarcado de la violencia. Todo eso inquieta a la gente, e indigna a quienes más han sufrido el zarpazo de la barbarie terrorista, que no son otros que las víctimas. Estas, en el fondo, perciben que pueden ser "moneda de cambio" en un hipotético escenario de negociación ETA-Gobierno, y eso es algo a lo que no están dispuestos bajo ningún concepto, como dejó muy claro el Presidente de la AVT en su alocución final tras la manifestación del sábado. Esa actitud del Gobierno respecto a las víctimas, que lo es con las de ETA y no con las del 11-M, tuvo también su manifestación en el escaso entusiasmo y apoyo que mostró a la marcha del pasado sábado. Hasta la víspera de la misma no confirmó su asistencia el Ministro Jordi Sevilla, y la presencia de Bono fue una decisión personal tomada por el Ministro de Defensa muy a última hora. Pero lo que ya fue clamoroso y ha provocado no solamente una gran indignación en la AVT sino en la opinión pública fue la ausencia del recién nombrado Alto Comisionado del Gobierno para las víctimas del terrorismo, el Rector de la Universidad Carlos III y asesor "intelectual" de Zapatero, Gregorio Peces Barba. No se sabe que fue peor: si la no presencia del Alto Comisionado en la manifestación o las razones que dio para explicar esa decisión y que se resumirían en que, según Peces Barba, un alto funcionario de la Administración no está para ir a manifestaciones, sino para resolver los problemas. No contento con esa "boutade" añadió que si iría a cualquier manifestación que se convocase tras un atentado terrorista. Que magnífica oportunidad para estar callado perdió Peces Barba. Si la persona a la que el Presidente del Gobierno nombra para atender a las víctimas cree que no debe ir a una manifestación convocada por estas, ¿podría explicar Peces Barba cual es su tarea para la que además, parece que se le va a dotar de una infraestructura de veinte personas? El Alto Comisionado ha demostrado con su actitud, muy poca sensibilidad hacia las víctimas del terrorismo, y su no presencia en la manifestación, el contenido de algunas de sus declaraciones y algunas reflexiones que ha planteado en privado a las Asociaciones de Víctimas con las que se ha reunido en las últimas semanas, hacen plantearse dudas fundadas acerca de la idoneidad de su persona para desarrollar la función encomendada. Estas son algunas de las claves que pueden explicar, insisto en que no justificar, los incidentes del sábado en la manifestación. Con las víctimas del terrorismo no se juega. Ha costado muchos años que las Instituciones y la propia sociedad repararan el olvido al que fueron sometidas durante mucho tiempo, como para que ahora la irresponsabilidad de unos o el sectarismo de otros, las quieran apartar y arrinconar, porque pueden resultar moletas en no se sabe que proceso de paz.

 
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