¿A quién interesa las elecciones europeas?

El pasado jueves por la noche dio comienzo la campaña electoral con motivo de las elecciones europeas que tendrán lugar en nuestro País y en otros de la Unión el domingo 7 de junio y del que saldrá el nuevo Parlamento Europeo.

Ese mismo día de inicio de la campaña, el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) daba a conocer una encuesta de intención de voto en la que el dato más sorprendente era que cifraba la abstención en dichas elecciones en el 13%. O bien los encuestadores del CIS no tuvieron su mejor día cuando realizaron el trabajo de campo o bien al o a los que “cocinaron” los datos se les fue un poquito la olla. Pero no es creíble que el 87% de los españoles tengan previsto ir a votar el 7-J. No lo han hecho nunca en tal alta proporción en ninguna elección y mucho menos en unas de carecer europeo donde la abstención ha estado siempre moviéndose en la franja del 40-50 por ciento.

Pero además no hace falta más que asomarse a la ventana y percibir la falta de ambiente por unas elecciones que al ciudadano medio le cogen como muy lejanas. Hoy por hoy, las Instituciones Europeas –el Parlamento, la Comisión- son nada o muy poco conocidas en España, amén de que se percibe que influyen muy poco en nuestra vida y en nuestros asuntos cotidianos. Cosa que por otra parte no es del todo verdad. Pero, en definitiva, hay una gran ignorancia sobre las citadas Instituciones, sus competencias, etc., y eso es culpa, fundamentalmente, de ellas mismas.

Y aunque las elecciones del 7-J vayan a tener una evidente proyección en clave de política nacional mucho tendrán que cambiar las cosas, algo sorprendente tendría que pasar, para augurar que ese día habrá una alta participación.

El PP y Rajoy especialmente se la juega y Zapatero, de otra manera, también. Si el actual presidente de los populares perdiese estas elecciones europeas, el debate no cerrado en su partido sobre su capacidad de liderazgo y su idoneidad para ser el candidato que se volviera a enfrentar con Zapatero en las próximas elecciones generales, se reavivaría de nuevo. Y si el que pierde es el PSOE, el actual Presidente del Gobierno y líder de los socialistas empezaría a palparse la ropa ante lo que ya no sería una derrota en Galicia, sino en unas elecciones de ámbito nacional.

La crisis económica está ya pasando factura a Zapatero. Hasta ahora lo ha hecho, fundamentalmente, en términos de popularidad y confianza. Pero a Rajoy no se le acaba de percibir con madera de líder. Su derrota sin paliativos en el Debate del Estado de la Nación de hace dos semanas, debido mas a errores suyos que a aciertos del Presidente del Gobierno, han provocado un cierto desfondamiento en una buena parte de los militantes y de los votantes del PP que vuelven a cuestionarse si no sería mejor un cambio en la cabeza.

Por otra parte, la bronca casi permanente entre los dos grandes partidos nacionales –salvo en el País Vasco donde la situación requería que se entendiesen- incapaces de ponerse de acuerdo en algo para intentar remontar la grave crisis económica, tiene a la gente un poco harta de la política y de los políticos. Espectáculo tan poco edificante como el protagonizado por el Presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, llevándose a su gente a la puerta de los Juzgados para que le aclamen y le vitoreen, aleja al ciudadano de la participación en los asuntos públicos. Tanto sobre una cuestión –el grado de abstención- como de quien ganará estas elecciones europeas y las consecuencias internas que tiene en unos y otros saldremos de dudas muy pronto.

 
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato