El ministro Alonso recurre a los reservistas voluntarios para aumentar el personal en las Fuerzas Armadas y en 2008 se alcanzarán los 6.500
El Ministerio de Defensa prevé que el número de reservistas voluntarios aumente un 23 por ciento en 2008. Es decir, el objetivo pretende alcanzar los 6.500 miembros para compensar los problemas de personal en las Fuerzas Armadas.
El ministro de Defensa, José Antonio Alonso, ha asegurado en el Pleno del Senado que espera que el número de reservistas voluntarios en las Fuerzas Armadas alcance los 6.500 en 2008, lo que supondría un incremento del 23 por ciento respecto a los 5.280 que hay en la actualidad.
En su intervención, Alonso recordó que el reservista voluntario es un ciudadano que ya tiene profesión y que está dispuesto a dedicar un tiempo de servicio a la sociedad a través de las Fuerzas Armadas. La reciente aprobación de la Ley de la Carrera Militar “va a suponer un impulso notable en la consolidación de la figura del reservista, puesto que contempla aspectos tan importantes como un régimen de ascensos y cambios de destino, y precisiones sobre derechos laborales”, ha precisado.
Desde los primeros ingresos, en el año 2004, se han asignado más de 7.000 plazas de reservistas, de las cuales 1.700 corresponden a mujeres (más del 22 por ciento del total).
Las activaciones para realizar misiones operativas todavía son escasas. El primer grupo de reservistas voluntarios activados fue con ocasión de la operación Respuesta Solidaria, tras la catástrofe del tsunami en Indonesia. El pasado verano también se cubrieron unas plazas de personal sanitario en la campaña contra incendios de la Unidad Militar de Emergencias (UME).
En cuanto al perfil del reservista voluntario, el ministro Alonso ha explicado que, en general, se trata de una persona con nivel de estudios alto. La mayoría (56 por ciento) son diplomados o licenciados universitarios, y prácticamente el 73 por ciento tiene el COU.
Por comunidades autónomas, más del 70 por ciento proceden de Andalucía, Madrid, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Galicia y Cataluña. Por último, los grupos de edad no presentan grandes diferencias, existiendo una distribución prácticamente uniforme entre los 28 y los 50 años.
