“Basta ya de filtraciones”. La cúpula antiterrorista y Garzón están hartos de que los periodistas conozcan dónde y cuándo se va a detener a etarras: ponen en peligro operaciones

La polémica surgió en mayo de 2008 cuando agentes de la Guardia Civil y de la Policía francesa detenían en un apartamento de Burdeos a la cúpula de ETA encabezada por Francisco Javier López Peña, alias ‘Thierry’. En aquella operación, periodistas de El País, TVE y la Cadena SER presenciaron y retransmitieron las detenciones al momento con el consiguiente malestar de las Fuerzas de Seguridad –ver noticia-.

Fuentes de la lucha antiterrorista critican con dureza que las filtraciones a determinados medios de comunicación a la hora de detener a etarras siguen existiendo. En ocasiones, incluso, la presencia de periodistas y equipos móviles de televisión han llegado a poner en riesgo algunas operaciones.

En los últimos meses, han sido varias las operaciones que han sido televisadas al momento debido a que los informadores conocían previamente el momento y la hora en que las Fuerzas de Seguridad iban a proceder a un registro o a una detención:

-- El pasado mes de enero, la Policía Nacional detuvo a ocho miembros de Batasuna acusados de colaborar con ETA. Se trataba de una operación que se venía investigando un año atrás por el juez Baltasar Garzón. Pues bien, varios periodistas conocían el lugar de los arrestos (País Vasco y Navarra) y los nombres de los presuntos colaboradores de la banda terrorista que iban a ser detenidos.

-- El 14 de octubre, el juez Garzón ordenaba la detención de Arnaldo Otegi y varios ex dirigentes de Batasuna. Dicha operación desarrollada principalmente en la sede del sindicato LAB también se conocía con anterioridad y de hecho las cámaras de televisión pudieron captar la salida de los detenidos tras el registro.

-- La más reciente se produjo la semana pasada con la operación contra el abogado de Batasuna Joseba Agudo Mancisidor. La operación fue filtrada a un programa matutino, que la anunció si que se hubiera producido, lo que provocó la huída del letrado: no cruzó la frontera hispano francesa como hacía cada mañana y tuvo que se detenido en Hendaya por la tarde.

Las fuentes consultadas por ECD aseguran que la sensación en determinados altos mandos de Interior y en el entorno del juez Garzón es de “hartazgo” porque se produzcan filtraciones “una vez tras otra”. Comentan incluso que uno de los responsables del Ministerio más “quemados” con esta situación es el director general de la Policía y Guardia Civil, Francisco Javier Velázquez.