C’s aprovechará las ‘ausencias’ de Pedro Sánchez

Ciudadanos sustituye corrupción por reformas económicas para no aparecer como “un PP bis”

Mensaje de Albert Rivera a su equipo: “La bajada del IRPF empieza ya a diferenciarnos de los populares”. Después de los mileuristas, su próxima apuesta son los autónomos

Mariano Rajoy y Albert Rivera.
Mariano Rajoy y Albert Rivera.

Ciudadanos acaba de conseguir arrancar al Gobierno una rebaja de impuestos para las rentas bajas y medias. Pero el plante de Albert Rivera ante Rajoy y Montoro para este bajada del IRPF forma parte de una nueva estrategia del partido naranja. Persigue sustituir la corrupción por la exigencia de reformas económicas, que le permitan no parecer “un PP bis”.

Según ha podido saber El Confidencial Digital por fuentes próximas a Rivera, el análisis interno de la dirección del partido resalta que Ciudadanos ha logrado ahora por primera vez en la legislatura diferenciarse claramente del PP en política económica y ya no sólo en corrupción.

En efecto, el objetivo de Rivera en esta legislatura es afianzar su formación, convertir su reciente irrupción nacional en estabilidad y fidelización de voto. Para ello, no ha dejado de bombardear con acusaciones de corrupción al PP para arrebatar parte de su hueco.

En este escenario, el único espacio al que venía aspirando C’s era el de ser algo parecido al PP pero sin tantas acusaciones de corrupción. Es, por ejemplo, uno de los eslóganes que más repite Pablo Iglesias: “Son ustedes la marca blanca del PP”.

Bajar impuestos nos diferencia del PP en economía

Hasta ahora, el PP criticaba también a Ciudadanos que no había propuesto apenas reformas económicas que no estuvieran contempladas antes también en sus idearios.

El apoyo a los autónomos, facilitar financiación a pymes, bonificar cotizaciones de la Seguridad Social o reducir los trámites para crear una empresa... eran medidas para el PP que llegaban tarde y no aportaban nada nuevo.

El “sí” a bajar impuestos frente al “no” de Montoro

Ahora, destacan en la cúpula de la formación, Ciudadanos ha conseguido fijar posición y desmarcarse claramente del PP en materia económica.

Rivera condicionó su apoyo al techo de gasto a que el Gobierno bajara los impuestos en 2018. En menos de una semana, ha conseguido una rebaja del IRPF

Hasta hace dos semanas, Cristóbal Montoro aplazaba esa reducción hasta 2019, cuando se celebran elecciones locales en España y, con toda probabilidad, también generales.

Descartaba totalmente una rebaja el próximo año por “no disponer de margen”, y aseguraba también que “las reformas tributarias siempre se hacen al final de legislatura” y que “quería tener zanahorias para la negociación”.

 

Así las cosas, C’s diseña ya la siguiente ofensiva económica, esta vez con los autónomos como protagonistas. Supondrá la aprobación de la nueva ley para este colectivo que beneficiará a más de tres millones de españoles.

Sprint tras la vuelta de Pedro Sanchez a Ferraz

En esa estrategia, otro de los avances que se destaca en el equipo de Rivera es que Ciudadanos, a pesar de haber sido el partido que con sus votos propició la investidura de Rajoy, no venía siendo suficiente por ahora, y por tanto no era decisivo, para aprobar los grandes asuntos pendientes, como pueden ser los Presupuestos, la reforma constitucional...

El problema para Albert Rivera era que, para tales objetivos de mayor calado, el Gobierno necesitaba al PSOE. Y entonces le bastaba con la gestora presidida por Javier Fernández. El presidente podía pasar de Ciudadanos, como ya se puso de manifiesto el año pasado en acuerdos como el techo de gasto o la subida del salario mínimo interprofesional.

Por todo ello, su capacidad de presionar a Mariano Rajoy era bastante reducida. Y con ello su protagonismo político. Se comprobó también en la pelea que mantuvieron PP y Ciudadanos, en el mes de marzo, a propósito de los famosos pactos firmados para la investidura de Rajoy.

Se dieron tres meses de plazo para comprobar su cumplimiento y constataron entonces que, de los seis grandes asuntos (entre ellos el aforamiento y la limitación de mandatos), solamente dos habían tenido vía libre. Los otros iban para largo, si es que se llegaban a ejecutar.

Sin embargo, Ciudadanos se decantó entonces por no hacer causa de esos incumplimientos. Tampoco pusieron en discusión el mantenimiento del pacto de investidura. Los dirigentes de la formación naranja salían del paso diciendo que en realidad el plazo de tres meses no era para aprobar esos pactos, sino para “poner en marcha el proceso para aprobarlos”

Reconocían, en aquel momento, que la capacidad para imponerse era reducida y no les quedaba otra que ir tragando. En la última semana, con la bajada del IRPF, el escenario ha dado un vuelco radical.

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