“Nos han hecho otra vez la jugada de 2016”

Crisis en Ferraz. El 155 coloca a Pedro Sánchez en la misma situación límite que hace un año

Tuvo que decidir sobre la abstención al PP y ahora le obligan a anunciar si apoya o no la suspensión de autonomía de Cataluña

Pedro Sánchez, en una comparecencia en Ferraz.
Pedro Sánchez en su comparecencia en Ferraz el 1-O.

El 1 de octubre de 2016 Pedro Sánches se vio obligado a dimitir como líder del PSOE después de que importantes cargos del partido se rebelaran contra él por negarse a que el partido se abstuviera para dar el Gobierno a Rajoy. Horas antes de esa votación en el Congreso, también dejó su escaño. Un año después, un nuevo 1 de octubre deja al reelegido secretario general en otra situación límite.

Así lo consideran miembros de la actual ejecutiva socialista, consultados por El Confidencial Digital, que acusan a propios y extraños del particular “regreso al pasado” al que se ha visto sometido Sánchez desde el pasado domingo. El secretario general, como ocurriera hace justo un año, “está siendo presionado por todos” para que tome una decisión que puede penalizar al PSOE.

De la abstención al 155

Esa decisión no es otra que el respaldo a la aplicación del artículo 155 y la suspensión de la autonomía de Cataluña. Una medida que desde el Gobierno y el PP reconocen tener preparada desde el lunes pero que solo se aplicará con el respaldo de los socialistas. Una postura, la de Moncloa y Génova, que tiene soliviantados a los inquilinos de Ferraz.

Así, desde el PSOE se recuerda que el Partido Popular, con mayoría absoluta en el Senado, no necesita “más votos que los suyos” para aprobar la intervención de Cataluña. Además, recuerdan, “Rajoy ya cuenta con el respaldo de Rivera y de los senadores de Ciudadanos”, por lo que el Gobierno no se quedaría solo en la aplicación de la medida.

El “ultimátum” a Sánchez es, según las fuentes consultadas, aún “más grave” que el que sufrió el secretario general hace un año, cuando PP, Ciudadanos, la cúpula empresarial y barones regionales socialistas, con Susana Díaz a la cabeza, presionaron al líder del PSOE para forzar la abstención del partido en la investidura de Rajoy.

Esas presiones, que costaron el puesto a Sánchez, podían ser “justificables” porque el PSOE tenía la llave de la gobernabilidad en España. No obstante, la insistencia en que los socialistas apoyen el 155 no tiene “razón de ser”, según aseguran dirigentes nacionales del partido, porque “nuestro voto no es imprescindible en este caso”.

Resurrección del susanismo y el “viejo PSOE”

La insistencia de PP y Ciudadanos, además, ha provocado que dentro del propio Partido Socialista hayan vuelto a aparecer voces críticas contra el secretario general y en defensa de la aplicación del artículo 155.

Por encima de todos ha destacado Susana Díaz, que ya se posicionó en contra de Ferraz cuando aprobó en Andalucía la moción de respaldo al Gobierno presentada por Ciudadanos días después de que el Grupo Socialista la hubiera rechazado en el Congreso. La presidenta de la Junta, además, ha sido de las primeras representantes del PSOE en pedir la intervención de Cataluña.

Tras ella, han salido a la palestra importantes barones regionales considerados susanistas, como Guillermo Fernández Vara y Javier Lambán, presidentes de Extremadura y Aragón, respectivamente.

Además, han reaparecido dirigentes históricos del PSOE, como Alfonso Guerra y Joaquín Leguina, que también han expresado públicamente su apuesta por la aplicación del artículo 155 de la Constitución.

 

Todos estos posicionamientos, a los que se añade el discurso del rey Felipe VI el pasado miércoles, dan más argumentos al Gobierno para la intervención de Cataluña tal y como buscaban desde Moncloa con su decisión de contemporizar con el 155. Y, al mismo tiempo, ponen en una situación límite a Pedro Sánchez: “Nos han hecho otra vez la jugada de 2016”.

Ferraz será quien decida

El secretario general, que ya ha vivido situaciones similares en el pasado, descarta en esta ocasión delegar la decisión sobre el 155 a la militancia a través de una consulta, tal y como hizo cuando buscó el apoyo de las bases para pactar con Podemos y Ciudadanos.

Tal y como confirman a El Confidencial Digital dirigentes del partido, será la ejecutiva nacional, encabezada por Pedro Sánchez, quien decisa si finalmente el PSOE apoya al Gobierno en la intervención de Cataluña o no. No obstante, desde Ferraz recuerdan que “hasta que el PP no anuncie que va a aplicar el 155, nosotros no tenemos que tomar ninguna posición”.

Una vez que Rajoy formalice su postura, “pediremos información sobre cómo quedarían las competencias de la Generalitat, cuándo habría elecciones... antes de tomar una decisión”.

Hasta entonces, explican desde Ferraz, “nuestra apuesta sigue siendo el diálogo entre ambos gobiernes”. No obstante, las fuentes consultadas advierten de que “si Puigdemont decide ir al precipicio el próximo lunes -día en que se ha convocado el pleno en el Parlament para declarar la independencia- puede pasar cualquier cosa”.


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