Defensa estudió retirar la Compañía de Reacción Rápida de Afganistán para cuadrar los 3.000 soldados en el extranjero e instruir al batallón afgano

Según ha podido saber El Confidencial Digital por fuentes militares, el equipo de José Antonio Alonso estudió retirar la Compañía de Reacción Rápida española en Afganistán para no rebasar el máximo aprobado por el Parlamento de 3.000 soldados en el extranjero. Esta cifra se ha superado frecuentemente, aseguran las mismas fuentes, pero Defensa justifica la medida ante la opinión pública argumentando que se trata de “apoyos puntuales” de mantenimiento o similar.

En cuanto al envío de tropas (instructores) para formar al batallón afgano se indica que la cifra de los 3.000 quedaría rebasada con creces. El problema es que “se superaría de una forma permanente”. La retirada de la mencionada Compañía podía permitir mantener la cifra aprobada en las Cortes y el compromiso de Alonso después de que la OTAN aceptara su propuesta en febrero pasado en Sevilla.

Sin embargo, esta opción ha quedado descartada ya que, de momento, Italia no aportará una Compañía de Reacción Rápida en sustitución de la española como se había apalabrado. Las fuentes consultadas indican que el relevo italiano no es posible en futuro cercano. El debate parlamentario en el país y el aumento de la inseguridad en la zona hace muy improbable que el país transalpino cumpla, se afirma.

Hay que recordar que, actualmente, hay un grupo de cuatro soldados españoles desplazados a Afganistán para estudiar la viabilidad del adiestramiento del batallón afgano. Este confidencial se ha puesto en contacto con el Ministerio de Defensa para conocer más detalles de la misión española. La versión oficial es que todavía no se conocen detalles de la operación.

A continuación se enumeran algunas características relevantes de esta labor de adiestramiento del batallón afgano que han destacado a ECD algunos expertos consultados:

-- Unos 50 instructores españoles se encargarán de esta labor. Procederán de distintas unidades, especialmente del Mando de Operaciones Especiales. Su misión es enseñar a “hacer la guerra” al batallón afgano.

-- Las particularidades de la misión española en el adiestramiento se concretarán conforme a la doctrina OTAN.

-- Los militares españoles incidirán en optimizar la instrucción de los soldados afganos ante la escalada bélica en la zona en la que “no se han mostrado muy eficaces”, se afirma. Un problema añadido para los españoles: hay quien apunta incluso que en algunas zonas “ha existido demasiada indecisión, cuando no de total connivencia con los talibanes, por parte de fuerzas afganas”.

-- En este tipo de misiones, el programa de adiestramiento tiene dos fases: una básica y otra avanzada. En la parte básica se alecciona sobre prácticas de tiro, estructuración de la unidad, modelos operativos, etc. La segunda fase se llama de “adiestramiento avanzado”. En este punto los instructores participan como asesores de la unidad e implica que “entran en combate con la unidad que están adiestrando si es necesario”, se asegura.

-- Al finalizar el programa de instrucción, un equipo –compuesto por 4 ó 5 militares- continuará con el batallón de forma permanente. Su papel entonces será facilitar las comunicaciones (vía satélite) y el posible refuerzo/apoyo (aéreo).

-- Este modelo de adiestramiento lo están llevando a cabo actualmente otras fuerzas militares en Irak y Afganistán. En Irak, por ejemplo, se da una formación básica a la tropa con la ayuda de antiguos mandos del ejército iraquí.