España lidera una ofensiva de la Unión Europea para frenar a Maduro en Venezuela
Sanción económica al gobierno pero no al país. Exteriores se enfrentó al veto de Grecia y Portugal
La reacción de la Unión Europea a la Asamblea Constituyente impulsada por Maduro en Venezuela ha sido fría y tardía, pero ha llegado gracias a España. El Gobierno ha trabajado intensamente durante esta semana para que la UE rechazara con contundencia el último movimiento del régimen, y lo ha logrado superando, incluso, el veto de países del Mediterráneo.
Según explican a El Confidencial Digital fuentes gubernamentales, desde que el pasado lunes Moncloa anunció que España no reconocía la Asamblea Constituyente de Maduro, el Ministerio de Asuntos Exteriores se puso manos a la obra para lograr la misma postura por parte de la Unión Europea.
En el Ejecutivo entendió que, a nivel comunitario, España debía tomar la iniciativa para lograr una postura conjunta de todos los estados miembros. Sobre todo, al constatar que la mayoría de países latinoamericanos ya había rechazado la medida adoptada por Maduro.
Por ese motivo, la primera decisión fue que Alfonso Dastis se pusiera en contacto con la Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común, Federica Mogherini, para pedirle que la UE también se opusiera a la Asamblea Constituyente de Venezuela.
Vetos de Grecia y Portugal
La conversación con la jefa de la diplomacia europea, explican fuentes bien situadas en Moncloa, fue decisiva, ya que, desde el lunes, la Comisión Europea no había tomado una postura concreta influida, entre otras cosas, por las posiciones de algunos países miembros.
En este sentido, desde el Gobierno destacan que Grecia y Portugal pusieron “bastantes trabas” a la declaración pública de la UE contra la decisión del régimen de Maduro: “Han ralentizado la reacción porque no querían ir contra los gobernantes de Venezuela”.
Ambos países, recuerdan desde Moncloa, tienen gobiernos que, de forma directa o indirecta, apoyan a Maduro: “De Tsipras en Grecia no hay dudas, pero es que a Costa le sustentan los comunistas y los amigos de Podemos”, afirma un alto cargo del Ejecutivo.
Esa oposición por parte de ambos países, no obstante, se solventó con la llamada de Dastis a Mogherini el pasado miércoles. Después de esa conversación, la Unión Europea anunció oficialmente su rechazo a la Asamblea Constituyente.
Sanción a Maduro, no a Venezuela
Además de lograr esa ofensiva de la UE contra Maduro, España también ha logrado que se establezca una serie de diferencias clave para futuras sanciones económicas. En ese sentido, la idea del Gobierno no es que la Unión sancione a Venezuela, tal y como ha hecho Estados Unidos, sino que imponga multas “individuales” a los altos cargos del régimen.
Las fuentes consultadas por ECD explican que “no tendría sentido” ir contra las arcas de un país “en graves problemas económicos” porque esa medida perjudicaría, principalmente, a la población civil.
Una circunstancia que el Gobierno ha tenido en cuenta, sobre todo pensando en los más de 200.000 españoles residentes en el país americano.
El embajador en Caracas, clave
La seguridad de estos compatriotas está siendo una prioridad para el Ejecutivo, que teme graves altercados este viernes cuando se constituya la Asamblea Constituyente de Nicolás Maduro.
Las fuentes consultadas destacan que, ante la delicada situación por la que atraviesa Venezuela, el embajador español en Caracas, Jesús Silva, ha movilizado a todos los medios disponibles para que ningún español sufra ningún percance, dando consejos de seguridad y teniendo a todos localizados.
La delegación española, además, mantiene contacto directo con Exteriores y Moncloa para informar al minuto de todo lo que está aconteciendo.
