Exteriores responde a las acusaciones de “nacionalismo” sobre Gibraltar de la alcaldesa de La Línea: “Desconoce la historia, utiliza la política del miedo”

La política que viene manteniendo desde que llegó a su cargo la alcaldesa de La Línea de la Concepción preocupa, y bastante, en Exteriores. Las últimas declaraciones de Gemma Araujo han provocado una reacción airada en el departamento que dirige José Manuel García-Margallo.

La pasada semana, El Confidencial Digital se hizo eco de las críticas que estaban circulando en el Ministerio sobre la actitud de Araujo y su sintonía con la del Gobierno del Peñón. Se le califica como “rehén de Gibraltar”.

El PSOE local publicó ese mismo día un comunicado en el que defendía la postura de la alcaldesa con estas palabras:

-- “Y, de nuevo, [Exteriores] utiliza el manido tema de Gibraltar como bandera de defensa del nacionalismo que más nos recuerda a viejos tiempos que nada tienen que ver con la realidad mundial en la que se mueve la economía y la sociedad mundial”.

-- “Acusar a Gemma Araujo de rehén de Gibraltar es cuanto menos pintoresco, fruto del que, apartado de la vida diaria de los campogibraltareños en el lejano Madrid y amparado en oscuras intenciones, realiza un soberbio ejercicio de desconocimiento mal intencionado cuyo único propósito es el de enfrentar a los linenses entre sí”.

ECD ha podido tener acceso a la respuesta que realizan desde el Ministerio al texto que hicieron público los socialistas de La Línea para defender a su alcaldesa:

-- En primer lugar, las reclamaciones realizadas por España sobre Gibraltar no son nuevas, sino que tienen 300 años y han sido sustentadas por todos los gobiernos democráticos o no, y por todos los partidos indistintamente de su signo político.

-- La actitud de los diferentes gobiernos democráticos españoles está lejos, por tanto, de ser nacionalista no así en el caso de los gobiernos gibraltareños. España realiza la reclamación de un derecho cuyo fundamento encuentra su base en lo puramente legal, tal y como reconoce la ONU en sucesivas resoluciones.

-- En cambio, la actitud del gobierno británico, de no querer aceptar el derecho, sí que puede calificarse de neoimperialistas. Y la postura del gobierno gibraltareño sí puede calificarse de nacionalista.

-- La Sra. Araujo y el PSOE linense, al sostener y apoyar la política del Sr. Picardo, sí se adhieren, de este modo, a su posición nacionalista.

 

Las fuentes consultadas por ECD van más allá y critican a Araujo por “desconocer la historia de su pueblo y la realidad de un derecho que a La Línea le corresponde y que debe ser reclamado, no sólo desde Madrid, sino desde el mismo ayuntamiento”.

-- Soslayar esa realidad y evitar la exigencia de lo que le es propio por parte del Ayuntamiento de La Línea (que no del Ayuntamiento de Algeciras) sí parece “amparado en oscuras intenciones”.

-- Intentar dar a entender que la restitución del Peñón es un asunto que no debe competer ni comprometer al equipo municipal sí se puede calificar de un “soberbio ejercicio de desconocimiento mal intencionado” que persigue sacudirse la responsabilidad, mirar hacia otro lado, inhibirse cobardemente y hacer dejación de algunas de las funciones propias de un edil.

-- Un detalle más: no se entiende que la reclamación del Peñón tenga como “único propósito el de enfrentar a los linenses entre sí”. Es una afirmación falaz ya que a los linenses, y demás campogibraltareños, la recuperación de parte de su tierra no les provoca ningún enfrentamiento entre sí.

La política del miedo

En el comunicado del PSOE de La Línea se podía leer: “El equipo de gobierno manifiesta que "tanto el Gobierno de España como la prensa en general son conocedores de los miles de linenses que, a diario, cruzan la Verja que nos separa de Gibraltar para buscarse la vida en la colonia británica. Ello como consecuencia de la escasez de puestos de trabajo en la zona. No nos cabe la menor duda que si hubiese trabajo en La Línea o alrededores no se verían forzados a buscarlo al otro lado de la frontera”.

Pero el hecho es que esto se produce y la misión, la obligación de una alcaldesa, es defender los intereses de sus ciudadanos, allá donde estén, máxime cuando el Gobierno de España no lo hace. Es por ello que este equipo de gobierno entiende que esta defensa de nuestros conciudadanos pasa por mantener buenas relaciones, lazos de amistad, colaboración y participación en proyectos conjuntos con el vecino pueblo de Gibraltar”.

En Exteriores creen que Gemma Araujo utiliza en este caso “la política del miedo”, como hace el Gobierno de Gibraltar.

Según las fuentes consultadas, en efecto, algo más de 4.000 empleos fijos, mientras que otros tantos se encontrarían en situación irregular, situación que desde hace bastante tiempo algunos linenses reclaman a Araujo que denuncie ante las autoridades gibraltareñas y que luche por conseguir el reconocimiento de los derechos laborales y sociales de sus conciudadanos.

La alcaldesa, al igual que en el tema de los pescadores, calla para no incomodar a Gibraltar, consideran las mismas fuentes.

Pero, ¿por qué los campogibraltareños se ven obligados a acudir a Gibraltar? Las fuentes consultadas lo tienen claro: porque las condiciones fiscales impuestas por la colonia impiden el desarrollo de un tejido de pequeña empresa en los municipios aledaños.

Se trata de pequeños negocios autónomos como perfumerías, cosméticas, pequeños electrodomésticos, electrónica, relojerías, joyerías, óptica, tabaco… que están siendo barridos de La Línea, en particular, y del Campo de Gibraltar, en general, por la competencia desleal de los comercios gibraltareños.

Sin embargo, añaden, la alcaldesa de La Línea no alza la voz contra esto.

Los acuerdos de Córdoba

En su comunicado, el PSOE local concluyó: “Los socialistas linenses apuestan por misma línea que estuvieron desarrollando los gobiernos socialistas de Zapatero y González. Se consiguieron acuerdos importantes como los de Córdoba, que posibilitaron la revalorización de las pensiones de los extrabajadores españoles en Gibraltar, entre otros”.

La conclusión de las mismas fuentes es que Gemma Araujo sigue defendiendo la postura de Gibraltar intentando reeditar, a toda costa, el Forum Tripartito. La postura del Gobierno español es la de crear un marco de diálogo cuatripartito, dando cabida a la voz campogibraltareña a la altura de la del Peñón.

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