Federico Trillo, baza de Mariano Rajoy para el Tribunal Constitucional. Se ha planteado proponerle como magistrado y con opciones de convertirle en presidente del TC

El destino político de Federico Trillo sigue siendo una de las grandes incógnitas pendientes, después de la victoria del Partido Popular en las elecciones generales, y de la formación del nuevo Gobierno. Hasta el momento, el ex ministro de Defensa continúa sin estar 'colocado'. Pero hay una baza que maneja el líder del PP.

Fuentes del Gobierno a las que ha tenido acceso El Confidencial Digital cuentan que Mariano Rajoy está considerando la opción de nombrar a Trillo, uno de los hombres que más servicios le ha prestado estos últimos años, magistrado del Tribunal Constitucional, en la próxima renovación del alto organismo. Y con opciones de algo más.

En fuentes del PP se cuenta que, anteriormente, Rajoy le propuso pasar al Consejo de Estado, como presidente (es inminente de salida de Francisco Rubio Llorente, por edad) y que el ex ministro rechazó un cargo que en realidad supondría su definitiva ‘retirada’ como político, puesto que el consejo está considerado un ‘cementerio de elefantes’.

Cuatro nombrados por el Congreso

El TC tiene pendiente desde hace más de un año la renovación de los cuatro magistrados nombrados a propuesta del Congreso de los Diputados. Se trata de Roberto García Calvo (fallecido hace más de tres años y cuya vacante nunca se cubrió), Eugenio Gay, Elisa Pérez Vera y Javier Delgado Barrios. Estos tres últimos llegaron a presentar la dimisión hace unos meses, para forzar la elección, pero les fue rechazada.

Al parecer, el presidente del TC, Pascual Sala, en la carta de felicitación a Rajoy por su nombramiento como presidente del Gobierno, le recordó que esa renovación seguía sin producirse.

La elección requiere una mayoría de 3/5 de la Cámara Baja, lo que ‘obliga’ a que tales nombramientos sean pactados entre el PP y el PSOE. Los últimos intentos, entonces con los socialistas en el Gobierno y con el PP en la oposición, quedaron bloqueados cuando los primeros se negaron en redondo a aceptar la candidatura de Enrique López, con el argumento de que no reunía el requisito de 15 años de ejercicio profesional, circunstancia que ahora sí cumple. El otro candidato del PP era Francisco Hernando.

Cambiar el presidente

La entrada de esos cuatro magistrados nuevos podría provocar que algunos de ellos planteen la conveniencia de proceder a elegir nuevo presidente del TC, puesto que el actual, Pascual Sala (alineado con el PSOE), no fue votado por los cuatro recién incorporados.

Sobre el particular, no hay doctrina establecida dentro del tribunal. Algunos consideran que se debería proceder a votar un nuevo presidente, dado que se ha renovado un tercio del TC, pero otros opinan que Pascual Sala debe continuar, puesto que, además, se encuentra de salida. La decisión habrá de adoptarse en el seno del propio tribunal, una vez se produzcan las incorporaciones.

 

Una nueva mayoría

La renovación de los cuatro miembros que designa el Congreso podría significar un cambio de mayoría en el TC, ahora controlado por el sector ‘progresista’. Dependerá también de cuántos magistrados ‘coloquen’ los dos grandes partidos.

Teniendo en cuenta el cambio en el país tras las elecciones generales, un opción sería que el PP ‘nombrara’ dos magistrados, el PSOE uno, y el cuarto fuera un candidato ‘de consenso’. Y uno de los designados por el PP sería Federico Trillo.

A la vista del equilibro de fuerzas que resulte, se podría intentar remover ya a Pascual Sala de la presidencia. Es entonces cuando entraría en marcha la baza de Federico Trillo para presidente, a pesar de que hasta ahora la regla no escrita en el TC ha sido que se designe para el cargo a un magistrado que está ‘de salida’, del siguiente turno que corresponda ser renovado, al que queden tres años en el tribunal.

Segunda opción el año que viene

Si la opción de colocar ahora a Federico Trillo al frente del alto tribunal no fuera viable ahora mismo, la segunda oportunidad, mucho más segura, se producirá el año que viene. En julio de 2013 corresponde renovar el tercio de los magistrados nombrados por el Gobierno (dos) y por el Consejo del Poder Judicial (dos).

En ese momento, el Gobierno del PP podrá ‘colocar’ tres magistrados, los dos del Ejecutivo y al menos uno de los dos del CGPJ. Y ya tendrá mayoría suficiente para ubicar a Federico Trillo como presidente del Tribunal Constitucional.

Seis años en el cargo… o más

El perfil altamente político y su trayectoria polémica no será en principio obstáculo para ese objetivo de situarlo el frente del TC, un cargo, por otro lado, que al propio Trillo le resulta atractivo, por su condición de jurídico, su vinculación con el mundo de la Justicia desde hace años, pero también por la importancia de los asuntos que tiene pendientes y que puede llevar en el futuro el Tribunal Constitucional.

Si en 2013 llega a la cúpula del TC, el nuevo presidente estaría en el cargo al menos seis años, hasta que finalice el plazo de nueve para el que habría sido elegido ahora.

Sin embargo, hay otro factor que podría dar aún más relevancia al cambio en la presidencia del Tribunal Constitucional. El Partido Popular ha llevado en su programa electoral la propuesta de que los magistrados del TC no lo sean por un tiempo, sino que, una vez nombrados, permanezcan hasta la jubilación. Es decir, que sean ‘inamovibles’, como ocurre con los miembros del Tribunal Supremo de los Estados Unidos.

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