Ignacio Fernández Toxo abandona Comisiones Obreras

Fuentes del sindicato, a las que ha tenido acceso El Confidencial Digital, explican que el escándalo de las tarjetas opacas de Caja Madrid ha sido sobre todo el motivo que ha colmado la paciencia de la organización a todos los niveles, pero más aún todo entre las bases y los cuadros medios.

A la hora de propiciar un cambio, se tiene en cuenta que la regeneración está llamando a la puerta de los partidos políticos, y que también se tiene que empezar a dejar sentir en los sindicatos. En UGT, el secretario general, Cándido Méndez, se ha anticipado comunicando su dimisión “por responsabilidad ética y moral”, aunque en diferido, con cierto retraso.

Las tarjetas opacas, la puntilla

De los 86 directivos y consejeros de Caja Madrid que hicieron uso de tarjetas de crédito opacas, con un gasto total de 15,25 millones de euros, tres de ellos fueron elegidos en candidaturas sociales o en la de entidades representativas a propuesta de CC.OO de Madrid.

Esta circunstancia, reconocen en el sindicato, ha provocado que, desde que estalló el escándalo, miles de militantes en toda España se hayan visto obligados, día sí y día también, a dar explicaciones ante la opinión pública, en las empresas, y ante los compañeros de otros sindicatos.

Fernández Toxo no se va a enrocar

Ignacio Fernández Toxo tiene mandato como secretario general del sindicato hasta febrero de 2017, ya que fue reelegido en el congreso confederal celebrado en Madrid en ese mismo mes del año 2013.

Según fuentes próximas al líder de Comisiones Obreras, a las que ha tenido acceso El Confidencial Digital, Toxo no va a plantear una resistencia feroz al sector crítico con su gestión. De hecho, ha comentado a sus más íntimos que se plantea dar un paso atrás en el próximo congreso, si eso es bueno para el sindicato.

Pero también porque considera que en ese momento estará a punto de cumplir 65 años, lo que aconseja que nuevos dirigentes den un paso al frente en la organización. “No tendría sentido exigir rebajar la edad de jubilación y perpetuarme yo en el cargo más allá”, le ha trasmitido a personas de su máxima confianza.[OBJECT]

Sus segundos se resisten

Los que más se resisten a ese relevo son los demás dirigentes del sindicato, que son los que le animan para que continúe porque, si se va, ellos pierden los cargos. La mayoría de ellos, incluso, no conocen todavía los planes concretos del secretario general en la línea de una retirada.

Toxo está revelando progresivamente estas intenciones a sus más allegados, según ha confirmado ECD.

No obstante, ha decidido retrasar lo máximo posible la notificación de esa decisión. Es consciente de que, comunicar en estos momentos su renuncia, provocaría una guerra interna para sucederle, lo que llevaría a una lucha de poder que indignaría aun más a los afiliados y ciudadanos.

Conspiraciones para echarle

Las fuentes a las que ha tenido acceso este confidencial revelan que la dirección de CC.OO.  tiene identificados a los sectores más críticos con la actual ejecutiva en la línea de provocar un cambio.

Se les asocia con movimientos capitaneados por dirigentes vinculados a Podemos, quienes exigen una profunda renovación de la organización, una movimiento que “no puede pasar por las mismas caras”. En la cúpula de CC.OO reconocen que, día a día, esta corriente gana cada vez más adeptos.

“Menos fotos con el Gobierno y los empresarios”

Los dirigentes críticos consideran que el actual modelo sindical defendido por las dos grandes centrales, UGT y CCOO, está siendo rebatido tanto desde dentro de las organizaciones, como desde la sociedad en su conjunto. “A Toxo y Méndez sólo les preocupa ahora hacerse fotos con el Gobierno y los empresarios”, reprochan al líder de Comisiones Obreras.

Entre sus propuestas más destacadas, para una renovación, figuran que se supriman los privilegios de los liberados y que se abandonen todos los consejos de administración donde se mantenga todavía la representación sindical.