El Gobierno maniobra para echar a Joaquín Almunia de la Comisión Europea. Maneja dos vías: presentar un candidato a comisario o pactar con él su salida a otro cargo internacional destacado
Joaquín Almunia está en el punto de mira del Gobierno. El equipo de Mariano Rajoy sospechó desde el principio de que el comisario de Competencia era el "alto cargo de Bruselas" al que citaba Reuters en sus informaciones contra España, pero las últimas declaraciones del dirigente socialista, apuntando a que nuestro país está al borde del rescate, han colmado la paciencia del Ejecutivo, que ya busca una salida para el dirigente europeo.
Según ha sabido El Confidencial Digital, Moncloa lleva recibiendo, desde hace ya un tiempo, un mensaje contundente de sus delegados en Bruselas: “Mostrar el camino de salida a Joaquín Almunia, porque es él quien está intoxicando sobre la economía española”.
Desde la primera filtración de Reuters, donde se aseguraba que la UE sospechaba que el Gobierno estaba falseando los datos sobre el déficit de 2011, la delegación española en la Comisión Europea apuntó a que el filtrador debía ser “un español que sabe hablar muy bien inglés”, y el nombre del ex dirigente socialista fue de los primeros en aparecer como posibles autores de la noticia de la agencia británica.
El equipo de Mariano Rajoy decidió no mover ficha, pero las últimas declaraciones de Almunia, que aprovechó el martes un desayuno privado con periodistas para asegurar que España estaba al borde del rescate, han provocado un cambio de estrategia en el Ejecutivo, que ya está buscando cómo forzar la salida del comisario europeo.
Proponer un nuevo comisario o pactar con Almunia
Las fuentes consultadas por este diario explican que “no es fácil expulsar a un comisario de la UE”, pero “se puede trabajar en dos vías para lograr que Joaquín Almunia abandone la Comisión Europea”.
Una de los opciones es presentar ante el Consejo Europeo, donde están integrados todos los presidentes de los Estados miembros, un candidato propuesto por el Gobierno español para suceder al ex dirigente del PSOE.
Esa iniciativa tiene como inconveniente que la decisión debe votarse en el Parlamento Europeo, donde presumiblemente “el grupo socialista montaría una campaña a favor de Almunia y rechazaría al sustituto propuesto por Rajoy”.
La otra solución que maneja el Gobierno es pactar con el actual comisario europeo de Competencia y buscarle una salida en otra institución internacional relevante, ya sea dentro o fuera del continente: “Cuanto más lejos mejor”, aseguran representantes de la delegación española en Bruselas.
