Rajoy busca convertir a los nacionalistas vascos en socios de futuro

Gobierno y PNV ya están negociando: 1.600 millones del cupo son la clave

Máxima discreción en el primer encuentro, celebrado en Madrid. Participantes: los equipos de Montoro y del consejero de Hacienda, Pedro Azpiazu

Desde las elecciones del 26-J, el PNV ha sido visto por el Gobierno como un posible socio estratégico. Los nacionalistas jamás han rechazado negociar con el Ejecutivo, pero se han mantenido a la espera de que Rajoy tomara la iniciativa. El primer paso lo ha realizado Cristóbal Montoro. El cupo vasco será clave para la futura relación entre ambas partes.

“Si bien me quieres, Mariano, da menos leña y más grano”. “Si quieres grano, Aitor, te dejo mi tractor”. Estas frases, de Aitor Esteban y Mariano Rajoy, fueron la sensación del debate de investidura de hace cuatro meses. Entonces, quedó en anécdota aunque algunos dejaron caer que se trataba de una declaración de intenciones sobre negociaciones futuras entre el PP y el PNV.

En estos momentos hay sobre la mesa dos cuestiones que las dos partes necesitan desatascar: el cupo vasco y los Presupuestos Generales del Estado. Ese escenario se conocía desde la proclamación de Rajoy, pero no ha sido hasta principios de este año cuando Moncloa ha desbloqueado las conversaciones.

Según confirman a El Confidencial Digital fuentes gubernamentales, la iniciativa la ha tomado Cristóbal Montoro con su homólogo en el ejecutivo vasco, el consejero de Hacienda y Economía Pedro Azpiazu. Ambos hablaron en enero y acordaron resolver cuanto antes la actualización del cupo vasco. Entonces consensuaron una reunión en febrero para iniciar la negociación.

Reunión reservada en Madrid

Este cónclave ha tenido lugar este miércoles por la mañana, de forma discreta, en Madrid. A la misma acudieron expertos de las dos administraciones y también de las tres diputaciones vascas. Los integrantes forman parte de una “comisión técnica” consensuada entre el ministerio y la consejería de Hacienda en el último mes.

El Gobierno Rajoy no ha dado ningún tipo de publicidad a este encuentro, aunque en ámbitos próximos a Moncloa se le da la mayor importancia porque es la “primera piedra” para lograr que los nacionalistas vascos se conviertan en socios estratégicos del Ejecutivo.

Para lograr ese objetivo, Montoro deberá aceptar importantes reivindicaciones del equipo de Íñigo Urkullu. Entre ellas, el abono de 1.600 millones de euros en concepto de “liquidaciones” del propio cupo de los seis últimos años, los mismos que lleva bloqueada la negociación para aprobar una nueva fiscalidad.

Hasta la fecha, la posición del Gobierno central era proponer un “borrón y cuenta nueva”, estableciendo un nuevo cupo pero sin atender a las supuestas deudas pendientes. Ahora, sin embargo, fuentes conocedoras de la negociación consideran que eso puede cambiar.

Los próximos Presupuestos como telón de fondo

Dirigentes nacionales del PP muy próximos a Moncloa reconocen a ECD que el desbloqueo de las conversaciones sobre el cupo vasco puede traer consigo un entendimiento futuro sobre los Presupuestos Generales del Estado. De hecho, desde el gobierno de Íñigo Urkullu se ha insistido en que primero hay que resolver este debate sobre la fiscalidad de Euskadi antes de hablar de las cuentas estatales.

El primer paso, por tanto, ya se ha dado, y es la negociación pura entre los dos ejecutivos (central y vasco) sobre el cupo. Después, ya vendrá la interlocución con el PNV, cuyos cinco diputados en Madrid pueden ser decisivos para aprobar los Presupuestos.

 

Sobre el calendario para lograr ese segundo objetivo, las fuentes consultadas afirman que “se va a hablar de las cuentas de 2017 para intentar buscar un acuerdo antes de mayo”. No obstante, si las negociaciones se prolongan y no se llega a tiempo para abordar la cuestión, éstos pueden prorrogarse un año y hablar ya de las cuentas de 2018.

Rajoy no quiere disolver las Cortes

Sea como fuere, Mariano Rajoy empieza a tener claro que, logre o no antes de mayo el acuerdo del PNV para los Presupuestos, no será necesario disolver las Cortes y convocar nuevas elecciones generales.

Esa amenaza, con la que amagó a principio de legislatura y también tras la nueva irrupción de Pedro Sánchez, comienza ahora a disolverse. Moncloa tiene una nueva hoja de ruta diseñada… haya o no cuentas para el presente ejercicio.

En ese sentido, las fuentes consultadas afirman que, teniendo ya aprobado el techo de gasto, Rajoy puede permitirse prorrogar las cuentas de 2016 y negociar con más calma los Presupuestos de 2018 con el PNV, una vez cerrada la renovación del citado cupo vasco.

Desde el Gobierno se recuerda que en julio de este año se podría empezar a trabajar en las cuentas del siguiente ejercicio. En ese momento, “se podrán enviar papeles a Bruselas para tranquilizar a Europa” y blindar los siguientes Presupuestos con el apoyo de los nacionalistas vascos a pesar, incluso, de la oposición del PSOE.

De esa forma, además, Rajoy se aseguraría no tener que convocar nuevas elecciones hasta 2019, un objetivo prioritario para el presidente desde el mismo día que superó la votación de investidura. Un escenario, por tanto, que hace que “no sea ningún drama” no aprobar Presupuestos para 2017 y prorrogar los actuales.


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