Cambio de Gobierno. Zapatero sigue empeñado en que no ‘le hagan’ la crisis: minimizará la salida de Corbacho incluso adjudicando Trabajo a Chaves y no a Jáuregui
Rodríguez Zapatero ha dejado ver, en más de una ocasión, su enfado por los sucesivos rumores de cambio ministerial. Y ha manifestado a sus íntimos que a él “no le hacen las crisis” los periodistas ni los medios. Por eso, está dispuesto a minimizar la salida obligada de Celestino Corbacho y dejar en nada la remodelación.
Fuentes socialistas, a las que ha tenido acceso El Confidencial Digital, confirman que el hecho de que el todavía ministro de Trabajo tenga que dejar el cargo, obligado legalmente porque va figurar en las listas del PSC a las elecciones catalanas, no tiene por qué ir acompañado de otras salidas que conduzcan a un cambio de Gobierno.
En ese sentido, se descarta que a corto plazo vaya a haber una crisis en cuanto tal. Con lo que Zapatero habría conseguido ‘desmentir’ a los medios informativos.
Trini no deja el ministerio
La salida de Trinidad Jiménez, que se ha citado como inminente en casi todas las ‘quinielas’, no tiene por qué producirse ahora, aunque gane a Tomás Gómez las primarias en Madrid, puesto que ella no será candidata hasta que se convoquen oficialmente los comicios autonómicos y municipales de mayo y se proclamen las listas.
Las fuentes consultadas reconocen, además, que a la ministra de Sanidad no le interesa nada dejar ahora el cargo. Al contrario, seguir en el ministerio le dará proyección política y notoriedad, presencia en los medios, y ello le ayudará a la hora de intentar ganar las elecciones autonómicas madrileñas a Esperanza Aguirre.
Trabajo, para Chaves
Para cubrir la vacante en el ministerio de Trabajo se ha hablado con fuerza de la candidatura de Ramón Jáuregui. De hecho, este fin de semana el eurodiputado declaró que estaba “preparado” para ser nombrado ministro.
Otras fuentes, sin embargo, manejan la opción de que ese departamento acabe en manos de Manuel Chaves, con el argumento de que, dada su historia política, podría ayudar a restablecer las relaciones con CC.OO. y UGT, una vez celebrada la huelga general del 29 de septiembre, y así negociar con ellos la reforma del sistema de pensiones.
La atribución de Trabajo a Chaves no tendría por qué suponer que dejar el cargo actual, puesto que resultaría excesivamente duro ‘rebajarle’ desde una vicepresidente a un ministerio, que además ya desempeñó en el pasado.
La opción sería que ese departamento pase a depender de él, pero acumulándolo, es manteniendo su condición de vicepresidente tercero del Gobierno.
