El cuerpo de elite de la Guardia Civil contra ETA acredita problemas de personal para hacer frente a la lucha antiterrorista

El Grupo de Acción Rural (GAR) tiene serias carencias de personal para hacer frente a la lucha antiterrorista. Se está recurriendo a métodos poco habituales para reclutar nuevos mandos y guardias al sufrir la marcha de antiguos miembros.

Según fuentes de la Guardia Civil consultadas por El Confidencial Digital, el equipo de Joan Mesquida en la Dirección General está recurriendo a prácticas poco habituales para poner remedio al constante goteo de salidas que lleva produciéndose desde hace tiempo en el cuerpo de elite encargado de la lucha contra ETA.

Actualmente, se calcula que faltan unos 35 agentes del GAR para desarrollar correctamente las labores encomendadas. Estas bajas se han producido tras confirmarse algunas marchas inesperadas. Según las mismas fuentes, las principales salidas se han producido entre los oficiales (un 40%) y los suboficiales, hasta en un 30%.

A este descenso de miembros más veteranos hay que sumar que en los últimos cursos preparatorios de esta unidad no se ha presentado ningún oficial para cubrir las vacantes convocadas. De hecho, se están otorgando permisos especiales a oficiales para que se integren en la unidad sin haber realizado siquiera el curso.

Otro obstáculo que ha surgido es un impedimento de los máximos responsables del GAR, que no ven con buenos ojos que haya en esta unidad más de un oficial de promoción interna por cada compañía.

 

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