Ignacio Astarloa se opuso a los dos candidatos de Zaplana al CGPJ y el PP optó por presentar un sobre vacío en la reunión para renovar el órgano
Las disputas para la renovación del CGPJ se encuentran también dentro del PP. El pasado jueves los grupos políticos intentaron relanzar la negociación sobre este punto pero los ‘populares’ no presentaron candidatos. ¿El motivo? El portavoz de Interior y Justicia rechazó las propuestas de Eduardo Zaplana.
El límite para alcanzar un consenso sobre este punto está fijado para el próximo 7 de noviembre, fecha en la que se cumple un año del mandato del órgano. Con la mirada puesta en esa fecha, la semana pasada –y más concretamente el jueves día 18- todos los grupos acudieron a una cita convocada por el portavoz de PSOE en el Congreso, Diego López Garrido.
Todos debían aportar un sobre cerrado que contuviera los candidatos propuestos por cada formación para ocupar los cargos de vocales del Consejo General del Poder Judicial. Se trataba del enésimo intento de impulsar la renovación tantas veces aplazada.
Pues bien. Según ha podido saber El Confidencial Digital, el sobre que presentaron los ‘populares’ estaba vacío. Al parecer, el portavoz del PP en la Cámara Baja, Eduardo Zaplana, encargado hasta la semana pasada de acudir a dichas reuniones, ni siquiera se presentó a la cita y delegó esta función en Jorge Fernández Díaz.
El motivo de este desplante habría sido el enfado del ex ministro al conocer que los dos candidatos propuestos por él –un hombre y una mujer valencianos, cuyos nombres no han trascendido- habían sido rechazados por Ignacio Astarloa, el secretario ejecutivo de Seguridad y Justicia del PP.
Astarloa considera que los jueces propuestos eran “demasiado” afines a Zaplana y que hubieran podido ser utilizados por sus enemigos políticos para relanzar la campaña contra “la gestión” que hizo Zaplana durante los años que estuvo al frente del partido en Valencia.
Aunque el resto de partidos ha vuelto a darse un plazo de una semana, hasta comprobar si las aguas vuelven a su cauce, la mayoría –según ha podido constatar ECD- considera que la negociación está “muerta y enterrada”.
