Los servicios de Información señalan a Jurdan Martitegi como el cerebro de ETA que está dirigiendo desde Francia los movimientos de los comandos

ETA ha vuelto a reaparecer con la colocación de una bomba lapa en los bajos del coche particular de un policía nacional. El artefacto, afortunadamente, no llegó a estallar y fue desactivado con éxito por los TEDAX. Este hecho demuestra un trabajo de información incesante por parte de la banda terrorista.

Fuentes de la lucha antiterrorista consultadas por El Confidencial Digital coinciden en señalar que ETA tiene una estructura estable en el País Vasco capaz de cometer una ‘ekintza’ (acción terrorista) en cualquier momento.

La banda ha realizado un trabajo de información y una serie de seguimientos que denotan una actividad incesante por parte de sus miembros. La misma bomba lapa colocada el pasado martes en el coche del Policía Nacional, el infructuoso intento de ‘masacre’ de Ertzainas en Getxo durante la disputa de una carrera ciclista, el intento de secuestro del concejal socialista de Eibar, Benjamín Atutxa, o los planes para atentar con el juez Grande-Marlaska son algunos ejemplos de esta labor de recopilación.

En estos momentos, según las fuentes consultadas, podría haber dos o tres ‘taldes’ (comandos) instalados en el País Vasco con capacidad operativa para perpetrar en cualquier momento un atentado. Se sospecha que poseen, como decimos, abundante información y los objetivos potenciales son muchos.

Los datos que obran en poder de los servicios de Información del Ministerio del Interior señalan a Jurdan Martitegi como el responsable de dirigir toda esta estructura operativa. En este sentido, destacan que Martitegi habría asumido el rol de Aitzol Iriondo, alías ‘Gurbitz’, considerado jefe del aparato logístico de ETA y relacionado directamente con el ‘comando Vizcaya’.

Martitegi habría cogido el relevo de Iriondo en la ‘dirección’ del Vizcaya, explican, cobrando éste último más fuerza y peso en el organigrama etarra. ‘Gurbitz’ está acusado de participar en el asesinato de Raúl Centeno y Fernando Trapero en Capbreton: la Policía francesa piensa que él fue quien inspeccionó el maletero del coche de los dos guardias civiles asesinados y gritó “Txakurras. Sois txakurras. Txakurras hijos de puta”.

La labor de Jurdan Martitegi al frente de toda esta infraestructura se centra en dar las órdenes que deben ejecutar los ‘comandos’. La Policía española y francesa organizó una ‘operación jaula’ para detenerle tras la captura de uno de su ‘alter ego’ en el Vizcaya (ver noticia). Las labores de búsqueda resultaron infructuosas y a día de hoy Martitegi se encuentra huída en Francia.

Jurdan Martitegi Lizaso (28 años) ya ha sido detenido por la Ertzaintza y puesto en libertad en dos ocasiones por participar en diversos actos de ‘kale-borroka’. De estatura elevada (mide casi dos metros), Martitegi formaba justo a Goikoetxea uno de los ‘tandems’ más peligros de la banda terrorista: ambos colocaron varios artefactos explosivos, incluido el que derribo prácticamente la totalidad de la casa cuartel de la Guardia Civil de Durango y en el que se buscaba una masacre. De Martitegi se cree que participó también en el atentado de la T-4 de Barajas.

Las fuentes de la lucha antiterrorista consultadas por ECD explican que Martitegi carece de libertad de movimientos: es una persona muy alta y de fácil detección, por lo que sus apariciones públicas son escasas. Ahora se limita prácticamente en exclusiva a dirigir en la sombra.

 

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