José María Aznar cree que Ana Botella podría ser presidenta del Gobierno y que, además, su esposa “lo haría muy bien”

En una larga entrevista, más humana que política, en la que el ex presidente se mostró relajado y abierto, salió a colación en varias ocasiones el nombre de su mujer. A la pregunta: “¿La ve como presidenta del Gobierno?, Aznar respondió: “¿Por qué no?”. Para añadir a continuación: “Lo haría muy bien”. Tras reconocer que se estaba “metiendo en un lío” con esa respuesta, precisó que no estaba proponiendo que su mujer fuera presidenta.

Ante un posible paralelismo con el apoyo que Clinton está prestando a su mujer, la senadora Hillary Clinton, explicó: “Ahora, en mi casa, ella es la política. Y yo le voy a ayudar. Si tiene vocación y ganas, le voy a ayudar. Y ella tiene ganas”.

Preguntado si alguna vez ella le pide consejo, Aznar contestó: “Ana tiene mucho carácter. Unas veces pide consejo, otras echa una bronca, en fin, hace lo que quiere”.

Ningún interés por volver al poder

Otro de los asuntos planteados fue si echa de menos el poder. Aznar respondió, en varios momentos, que no añora la etapa en que era presidente del Gobierno. A la pregunta concreta de si piensa volver a la política, respondió: “No, espero, que no”. Cuando se le insistió, explicó: “Yo estoy al servicio de mi país. Si me lo pidiera mi país, volvería. Pero espero que no me lo pida. No tengo ganas, no me atrae”.

Preguntado de nuevo, más adelante, si, definitivamente, no piensa volver a la política, la respuesta fue: “No tengo ningún deseo, interés, ni voluntad de volver a la política. Ni en España, ni fuera de España”.

El ex presidente repitió que “hay vida” fuera de la política, y que se siente satisfecho con las actividades que ahora desarrolla.

Bush y Rajoy

En síntesis, otros asuntos tratados durante la entrevista de Ana Rosa fueron:

-- Proceso de paz. Hay caminos que no se deberían transitar. A ETA se le puede derrotar, estuvo al borde de la derrota.

-- Estado y autonomías, ¿cómo estarán las cosas dentro de cinco años? No sé si habrá Estado dentro de cinco años.

-- George Bush. Sigo en contacto con él. Es una persona simpática y que sabe lo que hay que hacer. Los europeos solemos ser muy arrogantes, y despreciamos a los presidentes norteamericanos, como ocurrió también con Reagan. Deberíamos ser menos arrogantes, cuando nuestra seguridad, democracia y prosperidad económica dependen en buena medida de los norteamericanos.

-- ¿Ve a los ex presidentes? Alguna vez veo a Leopoldo Calvo Sotelo. Adolfo Suárez no está en condiciones. No me gusta pertenecer a un “club de poetas muertos”. Me invitan a reuniones de ex presidentes, pero no me gusta ese club.

-- Síndrome de La Moncloa. No existe, no es verdad. Para mi no fue un sacrificio ser presidente del Gobierno. Los políticos que hablan de que se sacrifican no dicen que están ahí porque quieren.

-- Consejero de Murdoch. Algunas personas acumulan algunos méritos. Pertenecer al consejo de administración de la más importante empresa de comunicación, el único hispano, es una gran experiencia y lo agradezco.

-- Viajes. Este año he hecho 360.000 kilómetros, varias veces la vuelta al mundo. Entre las clases en Washington, la asistencia a los consejos de Murdoch y las conferencias que me piden…

-- Mariano Rajoy. Lo está haciendo muy bien. Y deseo que sea presidente del Gobierno. Lo hará muy bien.

-- Ante la entrevista del viernes con Zapatero, ¿le consulta los asuntos importantes? Rajoy sabe lo que tiene que hacer. Desde el principio quedamos: “Si necesitas algo, me llamas”. Y lo hace. Yo no estoy llamando.

Poesía y melena

-- Afición a la poesía. Desde joven. Toda la biblioteca del despacho de mi casa está dedicada a libros de poesía.

-- La melena que luce últimamente. Siempre iba así cuando era más joven. Me la quité cuando estaba en la política, así que ahora que puedo recuperarla… A Ana Botella le gusta.

-- ¿Seguirá las elecciones de mayo? Las que afectan a Madrid, con mucho interés. Y también donde haya amigos que se presentan. Y si me llaman… voy. Me han pedido que asista a algún acto, pero poca cosa.

-- Dicen que “ni olvida ni perdona” (libro de Fernando Jáuregui y Pilar Cernuda). Es que eso no está bien. Sí olvido.

-- Navidad. La pasaremos toda la familia junta. Ayer estuve toda la tarde comprando regalos. Me gusta ir de tiendas. Antes, a la dependienta le daba un patatús, pero ahora…