Junqueras consigue que su abogado abandone a Forcadell y Simó para centrarse sólo en su defensa
Andreu van den Eynde ha aceptado dedicarse en exclusiva a “sacar de la cárcel” al líder de Esquerra
El Parlament catalán tiene de plazo hasta el 7 de abril para investir al próximo president de la Generalitat. A la espera de la decisión que tome Puigdemont sobre su posible regreso de Bruselas, el líder de ERC, Oriol Junqueras, continúa poniendo todos los medios a su alcance para salir de la cárcel y asistir al pleno.
Para ello, según ha podido saber El Confidencial Digital, ha maniobrado para que su abogado, Andreu van den Eynde, se dedique en exclusiva a su causa y en concreto, a conseguir su salida de la prisión de Estremera.
Y lo ha conseguido: el letrado, que también llevaba la defensa de la ex presidenta del Parlament Carme Forcadell y de la ex consellera Anna Simó, ha decidido centrarse en un solo cliente, en Junqueras. Forcadell y Simó han contratado a la penalista Olga Ardireu, del despacho MDA Abogados.
Le ha pedido dedicación exclusiva
Las fuentes consultadas por ECD aseguran que la estrategia de defensa de Junqueras es la más complicada, toda vez que el Supremo se ha negado en dos ocasiones a que salga de prisión para la investidura. Ni siquiera ha estimado pertinente el traslado a una cárcel catalana y la concesión del permiso de salida para asistir a los plenos.
La línea que sigue van den Eynde es recurrir al TC en busca de amparo por la lesión que el Supremo hace de los derechos fundamentales de Junqueras, según afirma a este confidencial, para agotar la vía interna y acudir cuanto antes al Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
Con el fin de acertar con los argumentos en una causa compleja, con delitos tan graves como el de rebelión y sedición de por medio, van den Eynde se dedicará en exclusiva al ex vicepresident de la Generalitat. Así se lo había pedido el propio Junqueras cuando el Supremo le negó la libertad condicional por segunda vez, según ha sabido ECD.
Y es que no sólo está en juego la investidura del próximo president de la Generalitat, sino también las futuras penas para Junqueras, una vez celebrado el juicio. El delito de rebelión está castigado con hasta 25 años de cárcel, mientras que el de sedición, con un máximo de 20 años entre rejas.
Cabe recordar que el instructor de la macro causa contra el 1-O, Pablo Llanera, dejó en libertad a todos los imputados, salvo a los Jordis y Junqueras. Considera para estos tres que hay riesgo de reiteración delictiva si son puestos en libertad. El resto de ex consellers salieron a la calle con medidas cautelares.
