La detención de Leire López Zurutuza es más importante que la de ‘Txeroki’: formaba parte de la cúpula de ETA, tenía poder de decisión y le acompañaba para tenerle controlado

La Policía francesa detuvo la madrugada de ayer lunes a Mikel de Garikoitz Aspiazu Rubina y a Leire López Zurutuza en la localidad de Cauterets, al suroeste de Francia. Los agentes han logrado dar con ellos gracias a un grave error de los etarras: las matrículas del vehículo que utilizaban, un Peugeot 207, eran “imposibles” de doblar y “correspondían a otro tiempo”.

Fuentes de la lucha antiterrorista consultadas por El Confidencial Digital valoran que la detención de Leire López Zurutuza tienen mucho más valor que el arresto del propio ‘Txeroki’. Las sospechas de los servicios de Información apuntan a que el papel de la etarra en la cúpula de la organización es “alto” o “muy alto”.

Las mismas fuentes precisan que ella es precisamente la mujer que formaba parte del ‘generalato’ de la banda junto a ‘Pastor’ y ‘Dienteputo’. Su poder de decisión, por tanto, en la estrategia de la organización era elevado: “tenía voz y voto”, resumen.

Respecto a la relación con ‘Txeroki’, las fuentes antiterroristas señalan que Leire López “estaba controlando” al jefe del aparato militar de la banda. La cúpula etarra había decidido que ella fuera quien supervisara de cerca y en primera instancia los movimientos de ‘Arrano’ (el otro sobrenombre con el que era conocido ‘Txeroki’ y que significa águila en euskera).

La percepción dentro de ETA era que la forma de actuación que tenía ‘Txeroki’ no gustaba a los máximos dirigentes etarras. Por dos cosas: en primer lugar, era muy impulsivo y en algunas ocasiones no pensaba, por lo que ponía en riesgo la seguridad de la banda. Y, por otra parte, abogaba por militantes pertenecientes única y exclusivamente a la ‘kale-borroka’. En cambio, la actual dirección etarra aboga porque también hace falta ‘gente limpia’, es decir, sin antecedentes, a lo cual ‘Txeroki’ se negaba.

López Zurutuza se encontraba huída desde 2005. Elegida concejal de Beasain por Euskal Herritarrok en las elecciones de 1999, llegó a formar parte del ‘comando Zapa’ de ETA. En marzo de 2007, consiguió huir de la operación que consiguió detener a José Ángel Lerin Sánchez y otros legales que guardaban un arsenal de armas y explosivos.

 

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