“Ya era hora”. Mandos de la Guardia Civil exultan en privado: ha tenido que venir Obama a pregonar al mundo la profesionalidad de la Benemérita
Tras el acuerdo de Obama y Zapatero en torno al envío de efectivos de la Guardia Civil a Afganistán, la Benemérita ve recompensada su antigua ambición de salir más al exterior. El Gobierno, a su vez, la usa como símbolo de prestigio.
Mandos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado confirman a El Confidencial Digital la enorme satisfacción que existe en estos momentos en la cúpula de la Guardia Civil por el papel jugado en la conversación entre los presidentes Zapatero y Obama. Ambos mandatarios acordaron el envío de efectivos del instituto armado a Afganistán, a petición del presidente de los Estados Unidos.
Y es que, según comentan las mismas fuentes, la Guardia Civil es “la joya de la corona” de España en las misiones internacionales, el cuerpo de mayor prestigio y efectividad entre los distintos cuerpos de otros países.
Dicho de otra forma, fuera de nuestras fronteras –afirman desde dentro-, nadie resiste una comparación con la Benemérita: ni los carabinieri italianos, ni los gendarmes franceses, ni la GNR portuguesa o los policías alemanes. Por eso tiene tanto predicamento entre los distintos gobiernos.
Así, el Gobierno español no duda en administrar la presencia exterior de la Guardia Civil, con perfecta conciencia de su atractivo, afirmando o retrayendo esa presencia según discrecionalidad del Ejecutivo.
Según las fuentes consultadas, además del reconocimiento que estas decisiones le suponen a la Guardia Civil, se cumple ahora una demanda antigua de los miembros del instituto armado: salir fuera de España, sea a misiones de paz o a labores de defensa e inteligencia en el extranjero, por ejemplo en embajadas, puesto que son trabajos mucho mejor remunerados y que recaen principalmente en la Policía Nacional.
Esta visión contrasta con las manifestaciones realizadas este miércoles por el portavoz de la AUGC, sindicato mayoritario de la Guardia Civil, aludiendo a la falta de formación y capacitación de los guardias “para ir a la guerra”.
