Manuel Chaves pretende gastar un millón de euros en una gran exposición sobre el Plan E. Sus asesores le aconsejan que desista porque en el Gobierno no hay dinero

Al comprobar, a raíz del batacazo socialista del 22 de mayo, que ha sido el PP, y no el PSOE, el principal beneficiado, en términos electorales, de este proyecto del Gobierno, Chaves quiere sacarle ahora partido de cara a los próximos comicios generales, previstos, salvo que José Luis Rodríguez Zapatero cambie de ‘hoja de ruta’, para el primer trimestre del año que viene.

El titular de Política Territorial está dispuesto a gastarse lo que su departamento no tiene: dinero. Según cálculos realizados por el ministerio, la ‘idea’ de Chaves tendría un coste, al menos en su primera fase, que ronda el millón de euros. Así lo afirman las fuentes oficiosas consultadas por El Confidencial Digital.

Pese a que ha sido informado de ello y le han recordado el fuerte recorte presupuestario, el vicepresidente está, de momento, dispuesto a poner en marcha esa gran exposición sobre el Plan E, programa que el Gobierno aprobó para, ante la grave crisis y el elevado número de parados, “impulsar la actividad económica”, movilizando grandes cantidades de dinero público.

Posteriormente se comprobó que fueron arregladas algunas calles y carreteras, algunos pueblos tuvieron nuevas instalaciones deportivas, pero el número de parados, en lugar de descender, siguió creciendo.

Según las fuentes consultadas por ECD, la ‘idea’ de Chaves quiere ser una reacción al pésimo resultado electoral del PSOE en la práctica totalidad de los municipios españoles. Y una de sus lecturas a este ‘tsunami electoral’ es que los socialistas no supieron, entre otros asuntos, ‘vender’ el Plan E durante la campaña.

Irritado porque, en su opinión -así lo ha transmitido entre sus colaboradores- , ha sido el Partido Popular el principal beneficiado por este programa contra la crisis, ahora quiere recuperar ese “as electoral” con vistas a los próximos comicios. De ahí su intención de montar una gran exposición, que tendría carácter itinerante.

Sus asesores le han puesto sobre la mesa un presupuesto de partida, al tiempo que le han advertido de que casi siempre estos proyectos tienen un coste final que duplica el previsto. También le han aconsejado que, quizá, la única manera de hacer viable su ‘idea’ sería que en lugar de ‘grande’, se montara una ‘modesta’ exposición del Plan E.

Y todo esto se cocina en un ministerio en el que los vigilantes de seguridad han recibido, como medida de ahorro, la orden de inspeccionar todos los despachos para que a partir de las seis de la tarde, salvo que haya un funcionario en su interior, queden apagadas todas las luces.